Después de quedar muy atrás en las primeras tres internas demócratas, el exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden recuperó el impulso en la carrera presidencial tras imponerse con más del 48% de los votos en la primaria de Carolina del Sur, el primer estado en juego con un electorado negro importante, y dejar muy lejos al favorito, el senador socialista Bernie Sanders, con casi el 20%.
Biden obtuvo 255.660 votos y 35 delegados, mientras que Sanders quedó segundo con 105.068 votos entre los demócratas y 13 delegados, lo que colocó al ex vicepresidente segundo en el conteo de delegados para la Convención Nacional de julio cuando el partido elija a su candidato.
Sanders sigue primero con 56 delegados y Biden se acercó con 48. La joven sorpresa que dio que hablar en las primeras dos internas en Iowa y New Hampshire, el exalcalde Pete Buttigieg, se estancó con 26 y las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar quedaron muy atrás con apenas un dígito.
"Hace pocos días, la prensa y los comentaristas habían declarado como muerta esta campaña. Gracias a ustedes, el corazón del Partido Demócrata, hemos ganado y hemos ganado a lo grande", celebró Biden en su búnker.
La primaria de ese estado dejó otros dos resultados: la salida de la carrera de otro empresario, Tom Steyer, y una renovada lluvia de pedidos de analistas y dirigentes de que más candidatos renuncien a sus aspiraciones presidenciales para terminar con la fragmentación del voto y tratar de llegar a la Convención Nacional con un favorito claro con mayoría propia de delegados.
Sin embargo, por ahora los precandidatos felicitaron a Biden por su victoria en Carolina del Sur, agradecieron los apoyos recibidos y se declararon optimistas para el "supermartes", cuando se llevarán a cabo votaciones en California, Texas, Carolina del Norte, Virginia, Massachusetts, Minnesotta, Colorado, Tennessee, Alabama, Oklahoma, Arkansas, Utah, Maine y Vermont.
En su discurso de concesión, Sanders destacó que "esta no será la única derrota" ya que "hay muchos estados en este país y nadie puede ganar en todos". Luego, subrayó la importancia del "supermartes".
Los estados en los que se vota mañana representan alrededor del 40% de la población estadounidense y, por lo tanto, de los delegados en juego en estas internas demócratas. Además, incluye regiones con población más grande y, en algunas casos, más diversas.
Ante la cantidad de estados y la división interna de la base electoral demócrata, existe la posibilidad de que no salga un favorito claro del "supermartes", como sí sucedió en otros años electorales. Sin embargo, la contundente victoria de Biden lo vuelve a poner como un posible favorito.
Por eso, no dudó en apuntar toda su artillería contra Sanders. "Si los demócratas quieren un candidato que sea un demócrata, uno de toda la vida, un demócrata orgulloso, únanse a nosotros", expresó ante sus seguidores.