Una mujer fue arrestada en un supermercado de Pensilvania, Estados Unidos, luego de que comenzara a toser y a escupir las góndolas al grito de que tenía coronavirus. El comercio se vio obligado a tirar toda la mercadería afectada y contó lo sucedido a través de las redes sociales.
Margaret Cirko, de 35 años, luego de lo sucedido intentó escapar, sin éxito, con un pack de 12 cervezas entre sus manos. Ahora, deberá enfrentar múltiples cargos por su accionar.
El más grave de ellos es el de realizar una amenaza terrorista, ya que gritó en el supermercado "tengo el virus y ahora todos se van a enfermar". La policía local le dijo al portal The Times Tribune que, en este caso, su saliva se considera un "agente biológico" potencial.
En un país en el que en las últimas horas se reportaron 143.724 casos de infectados y 2566 de muertos, esto hizo entrar en pánico a los clientes y empleados que se encontraban dentro de la tienda.
Según contó Joe Fasula, copropietario de la cadena de supermercados en las redes sociales, luego del episodio tuvieron que tirar toda la mercadería afectada, ubicada en las góndolas de productos frescos, panadería, carnes y otros comestibles, con una pérdida de alrededor de 35.000 dólares.
El empresario se lamentó por lo difícil que resulta conseguir estos productos en este momento tan complicado del país. Y aseguró que se trató de "una broma retorcida", aunque para no correr ningún riesgo, y para seguridad de empleados y clientes, se procedió a la desinfección de todo el local.
"Trabajando estrechamente con el inspector sanitario del municipio de Hannover, identificamos todas las áreas en las que ella estuvo, eliminamos el producto y limpiamos y desinfectamos todo", aseguró Fasula.
En tanto, la fiscal Stefanie Salavantis, que intervino en la causa, remarcó: "En tiempos de mucha angustia como la actual crisis, si bien nos tomamos en serio todos los delitos, queremos que el público sepa que nos esforzaremos por enjuiciar a cualquiera que se aproveche de esta situación de emergencia o la utilice para su diversión".
Hasta el momento, la mujer permanece encerrada con una fianza de 50.000 dólares y se le realizó el test para verificar si efectivamente tenía coronavirus, aunque aun no se conocieron los resultados.