El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos advirtió sobre las condiciones insalubres que existen en un centro de detención de migrantes en El Paso, Texas, que pese a tener capacidad para 125 personas aloja a 900, y llamó a los funcionarios a tomar medidas inmediatas para aliviar el "peligroso hacinamiento".
Así lo advirtió el inspector general del DHS, John V.Kelly, en un informe publicado tras haber visitado el lugar para una inspección sorpresa, informó la agencia de noticias DPA.
El informe describe cómo en un centro con capacidad para 125 migrantes, había el pasado 8 de mayo hasta 900 migrantes.
Asimismo, precisa que en una celda con capacidad para 12 personas, se albergaban 76; mientras que en otra para 35 se alojan 155 detenidos.
Fotos publicadas con el informe muestran a mujeres hacinadas en una celda.
"También observamos a detenidos de pie en los baños de las celdas para tener espacio y respirar, limitando así el acceso a los mismos", escribió Kelly.
El documento reveló también que la agencia de Protección de Aduanas tiene problemas para mantener unas condiciones higiénicas mínimas y critica la falta de acceso a ropa limpia, que obliga a las personas a llevar ropa sucia durante días e incluso semanas.
El inspector general señaló que los agentes de la Patrulla Fronteriza están preocupados por el "riesgo" que estas condiciones puede tener sobre su "salud y seguridad" y ha advertido de que la moral de los empleados está disminuyendo.
En este sentido, explicó que algunos empleados han acelerado sus fechas de jubilación y, otros, están buscando trabajo en otro lugar.
"La situación actual de la frontera representa una crisis aguda y cada vez más grave. Nuestra inmigración no está preparada para acomodar un patrón de migración como el que estamos experimentando ahora", sostiene el DHS.
“La velocidad con la que los migrantes ilegales transitan por México frustra nuestros mejores esfuerzos”, agrega.
Ambientalistas califican el muro de “teatro político”
Defensores del medioambiente en EE.UU. calificaron de "teatro político" la construcción con fondos privados de un tramo de muro fronterizo en Nuevo México y no descartan entablar una demanda en el futuro.
"Puede provocar varios problemas como inundaciones. Un muro en la frontera, ya sea construido por el Gobierno federal o por grupos privados, es una mala idea", dijo Dan Millis, del grupo ambientalista Sierra Club y miembro del programa de la frontera en el Arizona.
El grupo "We Build the Wall" (Construimos el muro) anunció que en terrenos privados de Sunland Park, Nuevo México, iniciaron la construcción de un segmento de valla fronteriza, financiada con fondos privados y construida a base de barras metálicas ensambladas.
