La ciencia no deja de asombrarnos con sus avances, ahora desarrollaron un pez robot. El autónoma fue creado por un equipo de investigadores del Departamento de Ingeniería y Mecánica Aplicada de la Universidad de Pensilvania, en colaboración con un equipo de la Universidad de Cornell, ambos de Estados Unidos.
El objetivo de crear al invertebrado artificial es poder aplicar estas funciones desarrolladas en robots más grandes o ingeniería mecánica relacionada con aviones, automóviles y transporte en general.
Según indica un artículo publicado en el portal TN – Todo Noticias, el pez robótico tiene sangre sintética. La misma cumple dos funciones, por un lado sirve como fluido hidráulico que genera movimiento en el autómata. Es decir, que le permite tener una propulsión continua. En segundo lugar, aporta al organismo artificial energía. De esta manera, los investigadores lograron reemplazar el uso de baterías tradicionales con dicho fluido.
Además, al reducir el peso de la criatura marina robótica, con la apliación de plástico como venas, se obtuvo mejor autonomía para desplazarse; todo un logro para la comunidad científica que busca aplicar estos mecanismos a otros dispositivos que faciliten y mejoren la vida de los humanos.
"Queríamos resolver este problema encontrando formas de almacenar energía en todos los componentes de un robot. Esta sangre es nuestra primera demostración de almacenamiento de energía en un fluido que usualmente sólo se emplea para el movimiento", notaron los científicos en el informe que acompaña al lanzamiento del robot.
Hasta el momento, en todas las pruebas que le realizaron al pez artificial ha logrado nadar 36 horas de manera autónoma, es decir sin depender de otra fuente de energía más que la almacenada internamente. En comparación con peces robóticos que portan baterías tradicionales supera en ocho veces la autonomía.