Los modos en que la delincuencia se hace de un vehículo ajeno en los últimos tiempos han cambiado demasiado.
El "levante" (robar un auto estacionado) ya casi es cosa del pasado y la sustracción de automotores se lleva adelante en esquinas donde los conductores se detienen, en las entraderas (momento en que la víctima va a meter su auto al garaje) o bien en los ataques "corsarios" (cuando directamente en otro vehículo interceptan a la presa mientras va manejando).
Lo que le ocurrió el jueves a un hombre de 53 años prende una nueva alarma. En el cruce de las calles Sarmiento y Chile de Ciudad, el hombre se disponía a estacionar su Honda Fit entre otros dos autos.
Eran las diez y media de la noche y había gente por la calle. Entre esa gente figuraban dos hombres jóvenes que no despertaban sospechas.
Cuando la víctima se bajó del auto y se disponía a activar la alarma desde su llavero, fue que aparecieron los sujetos armados y sin levantar la voz ni hacer demasiado escándalo, le pidieron las llaves del Honda Fit.
Ellos mismos desactivaron la alarma y se subieron al auto dejando a su víctima a la vera de la calle.
El hizo la denuncia en la Oficina Fiscal 1 y del Honda Fit, al menos al cierre de esta edición, nadie sabe nada.