Estaba preso, lo reconocieron por TV, lo delataron y fue procesado por un crimen

Ahora lo acusan de ser participe necesario del "abuso sexual y femicidio" de Mirta Avancini (53), ocurrido en 2015 en Colegiales.

Estaba preso, lo reconocieron por TV, lo delataron y fue procesado por un crimen
Estaba preso, lo reconocieron por TV, lo delataron y fue procesado por un crimen

Un hombre que estaba preso por cometer entraderas fue procesado por el crimen de una kinesióloga que fue hallada violada y estrangulada en 2015 en el barrio de Colegiales, luego de que mediante un mensaje anónimo se lo identificara como el sospechoso que quedó filmado entrando y saliendo del edificio de la víctima, en un video que se difundió por TV.

Fuentes judiciales informaron hoy que el caso esclarecido gracias a la publicación del video y a un testigo anónimo que envió una carta a la fiscalía, es el homicidio de Mirta Avancini (53).

El imputado es Juan Martín Aguirre (36), alias "Dientón", quien fue procesado por el juez en lo Criminal y Correccional 2, Manuel Gorostiaga, como partícipe necesario del "abuso sexual, el homicidio criminis causa y el femicidio" de Avancini, tras una investigación del fiscal Eduardo Cubría.

La kinesióloga fue hallada asesinada el 19 de diciembre de 2015 por su hermano, miembro de la Policía Federal, en su consultorio situado en el 2° A del edificio situado en Céspedes 3473, del barrio porteño de Colegiales.

Avancini estaba encerrada en el baño "el asesino había quitado el picaporte-, atada de pies y manos con precintos, con un lazo alrededor del cuello y un trapo sobre la cara.

La autopsia reveló que la kinesióloga agonizó alrededor de 38 horas, que murió como consecuencia de una "asfixia mecánica por compresión del cuello, variedad estrangulamiento" y que presentaba varios golpes y signos de abuso sexual por doble vía.

Antes, el hermano había pasado por la casa de Avancini, ubicada a sólo dos cuadras de la escena del crimen, en el 5° D de la calle Palpa 3565, donde había encontrado los ambientes revueltos y se enteró que dos días antes había ocurrido un robo en el departamento vecino, el 5° A, cuando un ladrón sorprendió en el palier del ascensor a una niñera que salió a sacar la basura.

De inmediato, el fiscal Cubría y los policías de la comisaría 37 y de la División Homicidios relacionaron el homicidio en el consultorio y el robo del departamento de Avancini, con ese asalto.

Los investigadores contaban con un elemento que fue clave para toda la investigación: los videos de las cámaras de seguridad del edificio de Palpa.
Ese 17 de diciembre 2015, Avancini quedó filmada saliendo de su casa a las 15.45 y a las 16.10, es decir, tan sólo 25 minutos más tarde, las mismas cámaras captaron la llegada de un joven ajeno al edificio que, vestido con bermudas, remera oscura, una gorra clara y una mochila, abrió la puerta con un juego de llaves y subió por el ascensor.

Ese joven es el mismo que luego asaltó y dejó encerrados en un baño a la niñera y un nene en el 5° A y a quien se ve abandonar el edificio a las 16.29.

Para los pesquisas esa persona entró y salió del lugar con las llaves previamente robadas a Avancini en su consultorio.

Pese a tener al sospechoso filmado, la investigación se estancó porque no pudieronidentificarlo hasta el 3 de julio de 2017, cuando una carta llegó a la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 22 de Cubría.

Según quedó asentado en la causa -a la que tuvo acceso Télam-, un "denunciante anónimo" escribió que había visto en el programa "El Expediente" -que trata sobre investigaciones policiales y se emite por el canal C5N- el caso de la kinesióloga y que reconocía al sospechoso de los videos como el "Dientón" Aguirre, un preso alojado entonces en el penal de Marcos Paz.

El fiscal Cubría siguió la pista de Aguirre y encontró varias coincidencias y pruebas que terminaron incriminándolo en el homicidio de la kinesióloga.
En primer lugar, confirmó que el "Dientón" estaba preso desde 2016 en Marcos Paz y que había sido condenado por el Tribunal Oral Criminal 22 por integrar una banda que cometía violentas entraderas bajo el mismo modus operandi que los hechos investigados en su causa.

Analizando las comunicaciones de Aguirre y las escuchas que la Policía Federal tenía de la investigación de la banda de las entraderas, el fiscal descubrió que el día y a la hora del crimen de la kinesióloga el imputado había realizado llamados con su celular en la zona de Colegiales.

Después, se trasladó a una joyería del barrio de San Nicolás para vender relojes robados y luego a Liniers para hacer lo mismo con las computadoras sustraídas a la kinesióloga y al vecino.

Pero el elemento más contundente fue que el ADN de Aguirre fue hallado en los precintos con los que maniataron a la niñera del 5° A.
La investigación continúa para intentar identificar a un cómplice que pudo haberse quedado en el consultorio con Avancini mientras Aguirre se fue a robar el edificio de Palpa.

El fiscal Cubría no consiguió encontrar ninguna evidencia científica -huellas o ADN-, que ubique al "Dientón" en el consultorio donde fue violada y asesinada la kinesióloga, pero el hecho de haber tenido las llaves con las que ingresó después al edificio donde ésta vivía,en la calle Palpa, lo convirtieron en un partícipe necesario del hecho.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA