Para los familiares y la policía de Rivadavia, el paradero de Jesús Carrasco (29) fue un enigma durante 24 horas. Desde la mañana del domingo en la que salió a trabajar, nada se sabía del muchacho que vivía en La Central; nunca llegó a su trabajo, no contestaba llamadas al celular y nadie lo había visto.
Finalmente, el misterio se resolvió de la peor manera ayer en la mañana, cuando un vecino de Los Campamentos descubrió al abrir la tranquera de ingreso a su casa que debajo del puente había una camioneta, volcada y sumergida en el agua.
"Solo se veían las ruedas", contó a Los Andes Alfredo Zeballes, el hombre que encontró el vehículo y que dio aviso inmediato a la policía. Un par de horas más tarde y tras sacar la camioneta con una grúa, lograron rescatar de su interior el cuerpo del muchacho y, aunque todavía falta el informe forense, la policía cree que murió ahogado, luego de despistarse con su vehículo y caer al agua.
Jesús Carrasco vivía en el pueblo de La Central y trabajaba en una carnicería de calle Alem, en la ciudad de Rivadavia. El domingo de las PASO salió temprano en su Ford Eco Sport pero nunca llegó al trabajo, aunque su familia recién lo supo al mediodía, cuando no volvió a su casa y nadie lo vio en la carnicería.
"Pusieron la denuncia por averiguación del paradero y enseguida se comenzó a buscarlo pero sin suerte", explicó el comisario José Eduardo Impellizzieri: "Era un misterio".
Pasaban las horas y el paradero de Carrasco era efectivamente un problema: había salido de su casa en su camioneta cero kilómetro pero no había rastros ni de él ni del vehículo; y así se mantuvo la incertidumbre hasta la mañana de ayer.
"Salí poco después de las 8 para abrir la tranquera y fue entonces que escuché un ruido raro en el agua, como que debajo del puente golpeaba contra algo", recordó Alfredo Zeballes, que vive en una zona rural de Los Campamentos, sobre el carril Colombo.
Cuando Zeballes se asomó debajo del puente vio las ruedas de un vehículo tumbado: "Se había encajonado allí, debajo del puente y el agua chocaba contra el vehículo que estaba hundido casi por completo", recordó el hombre y enseguida llamó a la policía.
Rápidamente se armó un operativo junto al canal de riego donde había caído el vehículo: llegó la policía, los bomberos y hasta un par de grúas municipales. Y así, tras pedir a Irrigación que cortara el agua, lograron rescatar el vehículo y de su interior, el cuerpo sin vida de Jesús Carrasco.
"A unos 200 metros de acá, saliendo de la próxima curva hay una huella de derrape que lleva hacia el canal", explicó el comisario Impellizzieri y agregó: "La camioneta se salió del camino, terminó en el canal y la fuerza del agua la arrastró hasta que se encajonó debajo de este puente; no había manera de verlo si uno no se agachaba a mirar debajo".
Zeballes aseguró que no escuchó nada durante la mañana del accidente: "Ese día me levanté temprano y después nos fuimos a votar; no hubo nada raro y recién me di cuenta esta mañana (por ayer) de que el agua del canal golpeaba contra algo", insistió el hombre y aseguró que los accidentes son comunes en la zona: "Vienen muy rápido y el carril está muy malo".
En el asfalto no se encontraron rastros de que otro vehículo hubiese participado en el accidente y la policía especula con que Carrasco perdió el control de su camioneta, se despistó y cayó tumbada al interior del canal, donde el agua comenzó a arrastrarla sin que el joven pudiese salir.