El reciente campeón argentino, River Plate, y Boca Juniors, envueltos en incertidumbre, jugarán hoy un superclásico amistoso, como cierre formal de la temporada antes del Mundial de Brasil.
Se jugará tras la reciente salida del DT Ramón Díaz en River y sin la presencia del capitán de Boca, Riquelme, que todavía no aseguró su continuidad en el club.
Las ausencia de ambas figuras emblemáticas generó una notoria merma de expectativa del público mexicano, que hasta un día antes del juego había comprado sólo 15 mil.