Por Arq. Marcelo La Malfa
Una mirada integral en el camino de los sueños, donde todo se complementa y nada queda afuera.
¿Cuándo soy lo que seré? Preguntó audaz el niño que, sin notarlo, soñaba ser un soñador y de golpe, se encontró entre las nubes, las juntó y formó a su antojo pintándolas de colores cálidos, enlazó la luna cuando asomaba e incorporó a su diseño. De la cocina se oyó: "Hijito a cenar" y, rápido el niño terminó su inocente obra onírica antes de bajar a comer. Este pequeño relato es algo que perfectamente se lo podríamos atribuir a cualquier distinto, desde Cortázar a Le Corbusier, de Dalí a Miguel Ángel.
El arte trata de transportarnos y llevarnos por ese sendero tan preciado de los sueños, elevándonos y transportando nuestras experiencias sensoriales de distintas maneras.
Se podría decir que Monet, por ejemplo, en sus largas tardes pictóricas tomaba la arquitectura o el paisajismo como un elemento más en su obra y expresión artística. Plasmaba sobre el lienzo sus pinceladas de colores llevándonos, hoy en día, a gozar de sus creaciones.
Picasso o Borges, como tantos otros, antes de ser lo que fueron, fueron soñadores, luego nos transmitieron su legado. ¿Cómo hubiese sido una obra arquitectónica de Picasso? O, ¿cómo hubiera construido Borges en su imaginario su casa de palabras?, podríamos tratar de dilucidar. Borges, a su vez, no solo hacía uso de la arquitectura como marco, sino que muchas veces ella era la gran protagonista de sus obras y relatos. Si Monet o Borges hacían arquitectura con pinturas y palabras ¿por qué un arquitecto no debería hacer pintura y poesía con su obra?
Entonces, cabe aclarar una duda que persiste… ¿Es Arquitectura un arte? ¡Por supuesto que sí! Pero, no cualquier construcción es arquitectura.
Desde nuestro estudio estamos convencidos que, para una buena arquitectura, lo principal es soñar y que la misma nazca impregnada en el arte, con la música, la pintura, la poesía y el cliente. Todo lo demás, es lo de menos.
lamalfaarquitecturaypaisaje@gmail.com
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