La Ley está por encima de las urgencias de la gestión

Más allá de las urgencias del oficialismo o de las críticas de la oposición, el Presupuesto local debe atenerse al espíritu constitucional.

La Ley está por encima de las urgencias de la gestión

En forma acelerada, el oficialismo provincial consiguió recientemente la sanción de una ley que permitirá al Ejecutivo manejar con bastante discrecionalidad los fondos del Estado. Ante la falta de aprobación del Presupuesto 2014, la modificación de la Ley de Contabilidad que impulsó con buenos resultados el Gobierno lo habilita a manejar a su gusto la pauta de gastos y recursos del año pasado.

Entendidos en el manejo de los fondos del Estado sostienen que ahora el Gobierno provincial se apresta a gobernar sin una clara pauta de ingresos y también careciendo de una rendición precisa de los gastos que pretende efectuar.

El atajo legal que halló el justicialismo para romper la resistencia de la oposición al tratamiento del Presupuesto 2014, por el alto nivel de endeudamiento que el Ejecutivo solicitaba, se sustenta en una cláusula constitucional (Art. 99) que establece que si la Legislatura no sanciona el presupuesto general de gastos al 31 de diciembre "continuará el vigente en sus partidas ordinarias". En este caso, el gobierno de Pérez dispone ahora de un Presupuesto similar al aprobado en 2013.

Sin embargo, la discusión política tiende a continuar más allá de esta polémica aprobación legislativa, ya que la modificación de la Ley de Contabilidad de la Provincia que faculta al Ejecutivo a disponer del Presupuesto 2013 y el límite de endeudamiento que éste fijaba (1.200 millones de pesos al año) fue sancionada con simple mayoría de votos, burlando abiertamente lo que marca la Constitución en su artículo 41: el voto afirmativo de por lo menos dos tercios de los legisladores presentes en las sesiones de ambas Cámaras.

Está claro que este último aspecto es el que interesa en esta discusión, porque no cabe ninguna duda de que fue el nivel de endeudamiento pretendido por la gestión de Francisco Pérez el que empantanó la discusión parlamentaria y llevó al congelamiento del tratamiento del Presupuesto en la Cámara de Diputados.

El presidente de esta cámara, el justicialista Jorge Tanús, aseguró luego de la sanción de esta ley, a la que el Gobierno denominó de "reconducción del presupuesto", que la misma es sólo transitoria y llamó a rediscutir políticamente la pauta demorada en el Parlamento mendocino.
Sería interesante que la opinión de este legislador, cuarto en la línea sucesoria política provincial, sea realmente la del propio gobierno, al que representa en la Legislatura.
 
La interpretación esgrimida por el oficialismo para reglamentar una cláusula contenida en la Constitución es válida en tanto no traicione el espíritu constitucional. En este caso puntual, con el voto simple que habilita un importante nivel de endeudamiento para el que la propia Carta Magna exige dos tercios de los votos, claramente se está dejando de lado el espíritu constitucional.

En cuanto a la oposición, también cabe solicitarle razonabilidad en la toma de decisiones. Se puede autorizar un nivel de endeudamiento estableciendo que el mismo sea decreciente en el curso del tiempo. Aduce el justicialismo que gran parte de la deuda a afrontar fue gestada por gobiernos de otro signo político.

El Gobernador, que mañana  inaugurará con su discurso un nuevo período anual de sesiones ordinarias de la Legislatura, tiene la gran oportunidad de enmendar esta anomalía reclamando la rediscusión del Presupuesto que quedó demorado.

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