Lo que está a la vista no es lo importante. El martes pasó lo que tenía que pasar: ratificaron a Luis Segura como presidente de la AFA y por un año más. En la superficie, nada que no sepamos.
Una especie de bandera de largada que les da tiempo a todas las partes para ajustar sus estrategias hacia el futuro. Están jugando otro campeonato: la AFA de 2015 en adelante.
Algunas piezas van a cambiar en lo inmediato, negociaciones mediante, pero lo grueso se empieza a tramar como en una de esas buenas series (norte)americanas del cable. Y esta promete suspenso, alianzas, traiciones...
La herencia política de Grondona es lo que está en juego. El Jefe dejó una AFA modelada a su manera y difícil de manejar por otra mano. Dejó, también, un absurdo proyecto de campeonato de 30 equipos que no existe en ningún lugar serio del mundo, que pocos aprueban pero que ya no se puede desactivar.
El futuro encuentra un residual grondonista que quiere seguir y no sabe muy bien cómo (Grondona nunca escribió un manual de instrucciones), pero que tiene el apoyo del Gobierno, que a su vez está decidido a impedir que crezcan Tinelli y Verón, algo que le dejó muy claro por teléfono Máximo Kirchner a Segura el pasado fin de semana, sin disimular lo que le podía costar a la AFA una desobediencia en el tema.
Del otro lado hay un grupo renovador que quiere hacer eso, renovar, modernizar. Allí están los equipos grandes, que además quieren mejorar su parte en el reparto de plata.
Por ahora es una guerra fría, de confabulaciones de café (pero en Puerto Madero), pero con un elenco que ni Adrián Suar ni el propio Tinelli podrían haber imaginado. De alguna manera, es eso: un “Bailando por un sueño”. Porque, más cerca o más lejos, juegan Máximo, Tinelli, Moyano, Macri, Mariotto, Verón, Scioli, Aníbal Fernández...
Además, en un año de elecciones presidenciales. Un combo explosivo. ¿Quién ganará? Difícil pronóstico.
El oficialismo afista no tendría chances sin la caja del Gobierno detrás, pero la billetera existe y lo cierto es que el “exitoso” modelo grondonista que lo eternizó por 35 años deja clubes endeudados, barras bravas instaladas y una hipoteca en forma de nuevo campeonato que puede hacer estragos en lo que queda de la economía de los clubes.
¿No sobran acaso razones para cambiar?
Sin el jefe, se perdería una plaza mundial
Sudamérica podría recibir un duro revés en el próximo Mundial. En la última Copa los países de la Conmebol tuvieron cinco boletos, sobre nueve selecciones; uno de ellos por el Repechaje.
Es decir, que más del 50% de los conjuntos de esta zona podía asistir. Con la muerte de Julio Grondona y eso podría demostrarse cuando la FIFA dé a conocer los formatos de disputa de las próximas Eliminatorias rumbo a Rusia 2018.
Entonces, de los seis que se clasificaron el torneo pasado (con Brasil clasificado directamente por ser el anfitrión), el continente pasaría a tener cuatro cupos con diez selecciones disputándolos, ya que se eliminaría el Repechaje entre Sudamérica y Asia, para darles esa posibilidad a otras confederaciones.
Al parecer, la presión que ejercieron África, Asia y la Concacaf (apoyada por Europa) sería determinante para que la FIFA incline la balanza para su lado.