La llegada del 5G a América Latina, y a Argentina más concretamente, pareciera ser un hecho. Aún no hay plazos establecidos y ni siquiera estimativos, pero el gigante tecnológico chino Huawei tiene esta meta como una de sus prioridades. Por supuesto, las gestiones están más que avanzadas.
Sin embargo, hay un detalle que preocupa a más de uno. No se trata de una teoría conspirativa ni de un rebuscado argumento. Lisa y llanamente, está confirmado que por medio de la tecnología 5G se puede acceder a información confidencial y personal; no sólo de los usuarios, sino incluso información que podría ser considerada como confidencial y perteneciente a los Estados.
En pocas palabras, el 5G es un poco (bastante) más que contar con datos más rápidos en nuestros celulares. El desembarco de Huawei con su red en América Latina, permitiría a China -la relación entre la empresa y el gobierno asiático es por demás estrecha, aunque la firma lo ha negado constantemente- tener acceso y controlar todos los documentos, comunicaciones, archivos, geolocalización y demás elementos sensibles de los 620 millones de habitantes del subcontinente.
Pero, ¿por qué el 5G abriría las puertas al ciber espionaje?. Este riesgo -ya comprobado en otros países- tiene su explicación en la dependencia y la conectividad de todas las cosas que rodean a nuestra vida (o de toda nuestra vida, directamente) a la red. Ciberataques, vigilancia digital y la vulnerabilidad a la privacidad son algunos de los escenarios que ya acontecen con las tecnologías actuales. Y al contar con una conexión superadora, más dispositivos -entre ellos los incluidos en el ámbito de "la Internet de las Cosas" (referido a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet) quedarían expuestos a la vulnerabilidad invasiva.
En Argentina, y de no mediar mayores inconvenientes, el 5G podría estar disponible a fines de 2020, "al menos para empezar a hablar"; según especificaron fuentes oficiales del Ejecutivo nacional a Infobae. Pero es todo demasiado relativo. Incluso, habrá que esperar recién hasta 2021 para tener una tecnología 5G con despliegue comercial en América Latina.
Esto implicará además una muy fuerte e indispensable inversión por parte de las compañías prestadoras y operadoras de telefonía móvil.
Made in China
Hace tiempo ya que el gobierno de China (actualmente el presidente es Xi Jinping) tejió vínculos muy fuertes con Argentina; comerciales e incluso científicos. No obstante, la estrategia ahora es más ambiciosa, y apunta a "conquistar" toda la región por medio de su red. Y la fuerte inversión en dólares que traería la llegada del 5G chino a América es lo que actúa como la zanahoria atada en la punta la caña para darle un atractivo aún mayor a la propuesta.
Aunque en ninguno de los apartados del convenio que ya está por demás avanzado se especifica abiertamente que Huawei o la República Popular de China tendrán la posibilidad de acceder abiertamente a los datos personales de argentinos o latinoamericanos; son distintas leyes las que le dan visibilidad a esa letra chica.
La Ley Nacional de Seguridad del gigante asiático, la Ley Nacional de Inteligencia y la Ley de Contraterrorismo son las herramientas a las que podrá recurrir el comité central chino para conseguir esos datos e información de empresas, gobiernos y personas.
Una luz
En febrero de este año, durante la entrega de los últimos premios Oscar, un fotógrafo del New York Times logró tomar y enviar más de 6.200 fotos en dos segundos desde la alfombra roja. No fue un milagro, ni mucho menos; fue obra del sorprendente 5G (que debe su nombre a que se trata de tecnología de quinta generación).
La evolución del 5G en comparación con su "hermano mayor" 4G es notable. Por empezar, agregaría un giga por segundo al ancho de banda (comparable con cien veces más de velocidad). Además, aportaría -de funcionar a pleno- baja latencia. Esto significa que el tiempo que demora la información en viajar por la red podría llegar al milisegundo, contra los 30 o 40 milisegundos que actualmente ofrece el 4G. Además, ofrece la posibilidad de soportar hasta un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado. En pocas palabras: con 5G podríamos bajar una película en alta definición en dos segundos.
Alianza de los Cinco Ojos
El desembaco de Huawei y su vínculo con espionaje no son exclusivos de la firma china; aunque sí suponen un riesgo dentro del panorama ya conocido entre quienes llevan adelante su propio espionaje. A nivel internacional existe una alianza de "inteligencia" (espionaje) ya conformada e integrada por Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda; conocida como el "Club de los Cinco Ojos". En 2013, los documentos filtrados por Edward Snowden revelaron que este grupo había espiado a los ciudadanos.
La llegada de Huawei (China) al 5G con el mercado de América Latina preocupó a Estados Unidos desde un principio, y el país norteamericano encara desde hace tiempo un fuerte "lobby" para excluir a la empresa china. Sus "aliados" en el Club de los Cinco se plegaron a la campaña estadounidense.