Con la misma devoción de siempre y con la fe renovada, la comunidad lavallina comenzó este fin de semana una nueva celebración de la Virgen del Tránsito, patrona de la comunidad de La Asunción.
El fuerte de la festividad tendrá lugar durante toda la jornada de hoy, destacándose la procesión en honor a la Virgen, así como también las misas, los bautismos, los espectáculos y los platos tradicionales.
En tanto, aprovechando la coincidencia con el fin de semana largo, las actividades se extenderán hasta mañana al mediodía, algo que también ya es un clásico de cada año.
Durante todo el sábado, familias enteras y feligreses de toda la provincia -e incluso de otros puntos del país- fueron llegando al paraje e instalándose en los campings y patios de las casas de los habitantes del lugar, que se acondicionan para tal fin.
“Nos conocimos todos acá y pegamos muy buena onda desde el principio. Por eso juntamos los campamentos.
Es el primer año que vengo y no sé si el año que viene volveremos. Porque cada uno de nosotros tiene sus rumbos y destinos”, indicaron Luis, Florencia, Exequiel y Cecilia en representación del numeroso grupo que sobresalía por sus cantos (con guitarra incluida) y sus reiterados gritos “¡Viva la Virgencita!”.
Esperan que durante todo el fin de semana largo visiten el lugar 20.000 turistas, con la complicidad del buen tiempo.
Tempraneros
Si bien el fuerte de los festejos tendrá lugar hoy, la celebración empezó el viernes, ya que el 15 de agosto se conmemora internacionalmente el Día de la Virgen de la Asunción.
“Hubo una misa para quienes vivimos acá. Fue una fiesta más íntima, ya que hoy (por ayer) empezaba a llegar la gente y a instalarse”, indicó Mercedes González.
Al igual que la mayoría de los lugareños, la joven integra una comisión de turismo a través de la cual se ha preparado a los vecinos y a las viviendas para que puedan recibir y hospedar visitantes durante todo el año.
“Hasta hace unos años, Asunción era un lugar que sólo recibía gente para la Fiesta de la Virgen y el resto del año era apenas un lugar de paso. Ahora recibimos gente durante todo el año, principalmente los fines de semana. Y hemos preparado campings en los patios.
Organizamos campeonatos de taba, talleres de sopaipillas y artesanías y hasta los llevamos a conocer el pueblo”, sostuvo la emprendedora de 26 años.
Incluso, desde hace un año, en ese pequeño distrito en el que viven casi 80 familias cuentan con dos cabañas construidas con barro y junquillo para alojar visitantes. A estas opciones se les sumarán otras a futuro que ya están en construcción.
Martín y Mariela también estuvieron entre los primeros en llegar. “Es el tercer año que venimos, pero los otros dos sólo estuvimos el domingo. Ahora quisimos hacerla más larga y vamos a estar sábado, domingo y lunes”, resaltó la pareja de Las Heras.
Jorgelina y Don Carmelo (este último del puesto El Águila) también están acostumbrados a hacer sentir a los visitantes como si estuviesen en casa.
La mujer dicta talleres de artesanía a los visitantes, mientras que Carmelo tiene uno de los patios de comida más tradicionales del lugar. “Es muy bueno que durante todo el año esté viniendo gente. Dejamos de ser sólo un lugar de paso”, coincidieron.
Las dos capillas
El pueblo cuenta con dos capillas, una histórica y la otra renovada. Cada 15 de agosto (y el fin de semana largo que incluye ese día), las dos toman un fuerte protagonismo, aunque la histórica es el eje de la celebración.
Construida en 1883 y ubicada sobre un médano alto -puesto que cuando se levantó en el lugar había un considerable arroyo del que hoy no quedan indicios-, es en la vieja capilla donde todos los años comienza la procesión del domingo (hoy no será la excepción).
De allí sale la figura de la virgen, que recorre todo el pueblo hasta regresar. La virgen que está en la nueva capilla también sale de procesión, y hasta el lunes las dos permanecen en la iglesia histórica.
“Viene mucha gente de afuera a bautizar a sus hijos y otra a confesarse el domingo de la fiesta. Y durante todo el año también llega bastante gente, muchas escuelas y principalmente en invierno”, explicó Ramona, capillera de la antigua iglesia.
Durante el fin de semana de la celebración, la mujer también es la encargada del museo Pueblo Huarpe, que cuenta con la primera cruz de la capilla (de 1883), figuras talladas a mano sobre madera, fotografías y retratos de los primeros habitantes y cuadros artísticos.
Cabalgata de gauchos
La principal atracción de ayer estuvo a cargo de las distintas federaciones gauchas de Lavalle, quienes protagonizaron una cabalgata masiva.
Cerca de 150 representantes, montados en sus caballos, salieron a primera hora de la Villa Tulumaya (y de otros puntos de la provincia) y llegaron por la tarde para venerar a la Patrona del Tránsito.
Con algo de retraso y en dos tandas, los gauchos llegaron a la puerta de ingreso de la vieja capilla, donde alzaron loas hacia la virgen y fueron recibidos por los dos curas de Asunción.
