A esa masa que se mueve al ritmo que dicta el corazón de la tribuna no le importa el juego. Para nada. Ni siquiera interesa si Montecaseros lo tuvo al borde del nocaut durante gran parte del primer tiempo. Importa el resultado final, ese que marca que ayer ganó el Globo y es tiempo de carnaval. Axel Mayer abrió la cuenta con un cabezazo cuando apenas iban 8’ del complemento, y Caleb Abucet, que había ingresado por Adrián Benito, lesionado, anotó un golazo sobre los 28’ para dictar sentencia.
Esa fue la gran diferencia. Montecaseros falló las chances que generó en el primer tiempo y pagó caro su primer error defensivo en todo el partido. Ahí el Globo se hizo dueño del partido y ya no volvió a sufrir ante un rival que viene sufriendo su impericia en la definición. En los tres últimos partidos apenas marcó un gol.
La pasó mal Huracán en la primera media hora de juego. Perdido, el local sufrió en la zona media, donde los visitantes se hicieron del balón para hacerlo correr hacia las bandas. Ahí, con Herensperger sobre la izquierda y Persia sobre la derecha, hizo sufrir la valla rival. Una, dos y hasta tres chances despilfarró Montecaseros y el ingreso de Abucet cambió el panorama. El equipo se paró mejor en la zona media, encontró la pelota y un poco de orden para jugar más lejos de su valla y el partido se hizo trabado y con pocas acciones.
En el complemento no hubo demasiado espacio para las interpretaciones y evaluaciones. Mayer rompió el cero con un cabezazo tremendo y los lasherinos se hicieron dueños del juego. Presión alta, mucha verticalidad e intensidad hicieron que el rival se perdiera en su propio juego.
Ya no volvió a contar con una chance frente a la valla de Eduardo Garro y los pelotazos no tuvieron sentido ni efecto. El gol de Caleb fue una perla para guardar en la memoria. Y el Globo se fue soñando con el choque de la próxima semana, frente a San Martín, donde estará en juego la punta del torneo. Igual, ya tiene el pasaje confirmado.