Se trata de Brian Alberto, el exhermanito que dejó la casa más famosa del mundo tras un mano a mano picante con la participante Luz.
Brian de Gran Hermano fue sancionado por moverse en el Congelados.
Foto:
Brian Alberto, exparticipante de Gran Hermano, sorprendió a sus seguidores al compartir un emotivo regreso a sus raíces. Luego de su eliminación del reality, el joven decidió visitar a sus antiguos compañeros de trabajo y volvió a vender alfajores en el tren. El video se volvió viral en redes sociales.
En el ingreso al programa, el exhermanito cautivó a miles de espectadores contando su historia de vida. Incluso, logró miles de fans por su gran humildad. Ahora, decidió vivir nuevamente su vida pasada, con la que intentaba llevar adelante a su familia, como él mencionó hace unos meses.
El exjugador, oriundo de San Miguel, se mostró en sus redes sociales recorriendo los vagones del tren San Martín, donde fue recibido con cariño por los pasajeros. Vestido con una camiseta de los Chicago Bulls, compartió un video en el que saludaba a sus amigos y retomaba el trabajo que tuvo durante años.
“Uno siempre vuelve a donde fue feliz”, expresó Brian, visiblemente nostálgico de regresar a un lugar que formó parte de su vida cotidiana antes de la fama televisiva. En el video, se lo ve recorriendo los vagones y ofreciendo alfajores con la misma energía con la que solía hacerlo.
“Saludando a los chicos del tren, los extrañaba”, escribió en una historia de Instagram mientras esperaba en el andén. Luego, mostró su reencuentro con un antiguo compañero de trabajo y expresó su alegría por volver a la estación.
Más tarde, en su cuenta de TikTok, compartió imágenes recorriendo el tren y vendiendo los alfajores. “¿Cómo andan?¿Todo bien? Cuatro por $1000 los alfajores, están muy ricos, esta es la promo, la oferta”, se lo escucha decir mientras ofrece el producto a los pasajeros.
En el video, se observa cómo una familia le compra y el joven celebra la venta: “Vamos, arriba. ¿Quién más? Gracias rey, muchas gracias papá”. Además, un niño lo reconoció y le pidió una foto, a lo que Brian accedió con una sonrisa, sosteniendo su caja de alfajores en una mano.
Al terminar su recorrido, Brian realizó otra venta y la festejó levantando los billetes en el aire. “Vamos”, dijo Brian con alegría por recordar dónde construyó su vida.