Willy Quiroga, de Vox Dei: “Para mí, estar bien es volver a los escenarios”

El cantante y bajista de una de las escisiones del legendario grupo habla de su presente, tanto artístico como de salud, en el día en que se presenta en Mendoza un recital que interpreta íntegramente el disco La Biblia.

Willy Quiroga, de Vox Dei: “Para mí, estar bien es volver a los escenarios”
El veterano rockero, líder de Willy Quiroga-Vox Dei.

En el principio” –no de aquello que algunas religiones llaman Creación, sino del rock argentinotodo parecía por hacer. Luego del pistoletazo de salida que representó, en muchos sentidos, la publicación de Rebelde (Los Beatniks, 1966) y La balsa (Los Gatos, 1967), la Argentina se convirtió en un verdadero terreno fértil para esa música a la que Los Beatles le dieron su madurez.

Por eso, y luego de que grupos como Almendra, Manal y Arco Iris encauzaran el camino y lo pusiera en paralelo con la evolución del rock mundial, no fue extraño (¿o sí?) que en 1971 una banda de entre las muchas que se formaron por entonces en el país lanzara su “fiat lux” para la primera “ópera rock” en español. Tal banda fue Vox Dei y el grupo encargado de esa verdadera proeza, tanto musical como lírica, que representó tomar nada menos que los textos de la Biblia para que fueran el argumento de tal propuesta, hija, sin dudas, de Tommy (The Who, 1968) y del nacimiento reciente del rock progresivo.

Publicada en marzo de ese 1971, cuando la banda estaba formada por Willy Quiroga (bajo y voz), Ricardo Soulé (voz, guitarras, armónicas, piano), Juan C. Godoy (guitarra rítmica, voz) y Rubén Basoalto (batería, percusión), la obra terminaba de demostrar, así, la enorme vitalidad y creatividad del rock surgido de este lado del mundo, en medio de una década que comenzaba a ponerse cada vez más oscura.

Veintitrés años más tarde, los colores de la década actual pueden quedar a criterio de cada uno, pero de lo que no caben dudas es que La Biblia aparece como uno de los más importantes discos del rock en español de todos los tiempos. Por eso no extraña que, incluso cuando la banda que le dio a luz sea hoy otra muy diferente (al punto de estar escindida en dos), La Biblia siga siendo interpretada en vivo y revalorizada una y otra vez, en cada presentación.

Una de ellas, con un carácter simbólico más que especial, es la que se presentará hoy a las 21, en el teatro Imperial (Perón y Pescara, Maipú). La razón de peso de su importancia va más allá de lo musical. Y es que la presentación estará a cargo de una de las encarnaciones del grupo, la llamada Willy Quiroga-Vox Dei, y el papel que juega aquí el bajista y vocalista de la banda es el más sensible de los datos. Quiroga es, por si no lo saben, tal vez el rockero más anciano del mundo: sus 84 años y su vigencia hacen que pueda blandir ese rótulo en pulseada con el ex Rolling Stones Bill Wyman. Hace unos días, el músico argentino dijo en un video personal que un problema de salud lo iba a obligar a abandonar los escenarios. Sin embargo, la cosa, al parecer no será para siempre. Y si bien hoy no podrá estar presencialmente en Mendoza para presentar La Biblia, sí lo hará tutelando la banda desde Buenos Aires. Así que Willy Quiroga-Vox Dei actuará hoy con el resto de los integrantes: Carlos Gardellini (guitarra y voz), Simón Quiroga (batería y voz), Maxi Ruffo (bajo), Alejandro Arias (teclado) y Gustavo Barredo (percusión). A ellos se sumarán, como invitados, los locales Vikingos.

Esta versión de la legendaria banda, en la actualidad.
Esta versión de la legendaria banda, en la actualidad.

A pesar de la contrariedad, Willy Quiroga no quiso dejar de hablar con Estilo para contar esos contratiempos que lo aquejan, pero, a la vez, para disculparse por su ausencia con aviso y para permitirse pensar, por un momento, en la importancia de su aporte al rock nacional.

—¿Cómo se encuentra de salud hoy y qué sucederá con su presencia en el show de Mendoza?

–La verdad estoy esperando mi recuperación. Los médicos me pidieron que no detuviera los estudios que me están haciendo, y es por eso que no voy a viajar a Mendoza. Lamento mucho no hacerlo, me hubiera gustado agradecer personalmente a la gente que sé que ahí me espera. Pero estoy apostando a mi recuperación.

—¿Es decir que, al revés de lo que parecía decir su video, este retiro no será definitivo?

—No, acabo de decirte, espero que sea momentáneo. Para mí recuperarme no es sólo estar bien, sino volver a subir al escenario. Poder cantar y tocar es parte de mi vida.

–A 53 años de la edición de La Biblia, ¿qué importancia tiene el mensaje lírico y musical de ese disco en 2024?

–Pienso que un disco como ese es necesario. Estamos viviendo una época bastante difícil, no sólo en el país, sino en el mundo. Cuando uno da un mensaje de aliento no sabe cuánto ayuda y qué resultado tendrá ese mensaje, pero lo importante es poder darlo. Y eso es lo que hace La Biblia.

–¿Cree que, de todos los que hizo Vox Dei, es el álbum más relevante?

–Sin dudas que, por su importancia, es una de las obras más relevantes. Pero cada álbum nuestro nos retrotrae a una época y es un símbolo de cada momento de ella.

–Mientras hace medio siglo el rock era la música que le hablaba a los jóvenes, eso hoy parece haber cambiado más que otras veces. ¿El rock está en agonía o, por el contrario, más vivo que nunca?

–Lo que pienso es que el rock está, presente y permaneciendo detrás o debajo de todo. Lo demás, puede que esté sucediendo por arriba. Era lógico que en tiempos como los actuales aparecieran el rap, el trap, y todo eso que ni sé cómo se llama. Pero el rock está siempre presente.

–Vox Dei es, hoy en día, una banda como tantas con el nombre en disputa, en este caso con Ricardo Soulé. A pesar de ese conflicto, ¿qué reflexiones le surgen hoy en día cuando echa la vista atrás y piensa en ese grupo que fue capaz de discos tan importantes como La Biblia o Jeremías, pies de plomo, por nombrar sólo a dos?

–Hay algo que pasa con Vox Dei, pero también con todas las bandas y es que estas comienzan con muchas ilusiones, están todos sus integrantes juntos. Pero luego aparecen las diferencias, que marcan lo que luego suceden. Hay muchísimas bandas en el mundo, como Pink Floyd, con problemas personales que repercuten en la banda. Así que, por ese lado, lo de Vox Dei no es nada raro. Por otra parte, creo que yo no soy el más indicado para decir cuál es el aporte que hemos dado con Vox Dei. Eso lo tiene que decir la gente. Son los que nos escuchan los que emiten un juicio y sacan una resolución con respecto a lo que sucedió. Lo único que puedo decir es que espero que lo que hicimos sea bien considerado.

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