La turbulenta separación entre Wanda Nara y Mauro Icardi continúa siendo noticia a tal punto que la polémica “telenovela turca” llamó la atención de medios británicos como el Daily Mail y The Sun, que detallaron los últimos episodios de la historia de la expareja. Incluso el tabloide alemán Bild aportó información sobre el caso.
Con titulares extensos y llamativos, las publicaciones resumen las idas y vueltas de la expareja, involucrando a la China Suárez y L-Gante. Entre los párrafos destacan los conflictos legales, las acusaciones de venganza, y las tensiones en torno a la mansión que Icardi habría comprado para vivir junto a la actriz.
“El divorcio infernal de Wanda Nara: la esposa separada del futbolista Mauro Icardi se distanció de su novio rapero después de pasar Navidad sin sus hijos... y ahora su esposo compró su casa soñada para que su glamorosa nueva novia la decore”, titula el Daily Mail Online.
El medio asegura que “Wanda Nara pidió el divorcio del futbolista Mauro Icardi el verano pasado, pero los últimos seis meses han sido desastrosos para la personalidad mediática”. Repararon en que su relación con “relación con el delantero del Galatasaray está más tensa que nunca” y que “las cosas no podrían haber salido peor para la conductora de televisión y representante de futbolistas”.
Según los artículos, Wanda Nara y Mauro Icardi mantienen una relación tensa desde su separación oficial el pasado verano. “Aquellos que han seguido la historia de Nara e Icardi durante la última década tal vez no estén del todo sorprendidos. Su relación ha estado marcada por conflictos públicos y reconciliaciones. No sería lógico esperar que su divorcio transcurriera sin complicaciones”.
Mencionan los mensajes que el delantero le enviaba a Wanda para volver a estar juntos mientras ella comenzaba su relación con L-Gante: “Nara no estaba dispuesta a perdonar y decidió seguir adelante con una nueva relación con el rapero argentino”.
“En respuesta, Icardi inició su propio romance con la actriz y modelo China Suárez, con quien supuestamente engañó a Nara mientras aún estaban juntos. Wanda está convencida de que esta relación es una venganza de Icardi tras su separación”, afirma la nota.
“Nara aseguró que Icardi le prometió ‘destruirla’ cuando ella pidió el divorcio. Según Nara, él compró la casa de sus sueños —una mansión de USD 4 millones en Argentina que ella había planeado compartir con Icardi tras su retiro— para que él y Suárez vivieran en ella”, cuentan y detallan que la estrella del Galatasaray “no tiene intención de compartir la propiedad” con su ex “y ya le dio permiso a Suárez para decorarla a su gusto”.
Por otro lado, remarcan que la conductora pasó la Navidad en Punta del Este mientras Icardi estaba con la China Suárez y sus hijas: “Como si no fuera suficiente, Nara pasó la Navidad lejos de sus hijas, Francesca, de 9 años, e Isabella, de 8, quienes pasaron las fiestas con su padre y Suárez. Esta última tiene tres hijos de relaciones anteriores, y Nara la acusa de intentar alejar a sus hijas de ella”.
L-Gante tampoco quedó fuera de la mención de los medios internacionales y citaron los mensajes que cada uno publicó en su perfil de Instagram cuando anunciaron su separación: “Ahora, Nara está soltera nuevamente, mientras que Icardi parece estar disfrutando su vida con Suárez y sus hijos. Sin embargo, Nara insiste en que no se quedará callada: ‘Hablaré en nombre de todas las mujeres cuyas vidas ella arruinó. Todo lo que hago es por mis hijas, para que sepan que siempre las elegí, aunque otros intenten ensuciarme’”, concluye la noticia.
El medio The Sun reparó en los mensajes privados de Icardi hacia Nara, cargados de contenido explícito y nostalgia, buscando una reconciliación: “¡Dios mío! Mauro Icardi envió mensajes sexuales explícitos a su esposa separada Wanda Nara, mientras su complicado divorcio da un nuevo giro”, titularon.
Allí repasaron los mensajes que difundió Ángel de Brito en LAM y se refirieron al incidente que terminó con una denuncia por violencia de género: “En diciembre, Nara llamó a la policía para desalojar a Icardi de su casa cerca de Buenos Aires. El exjugador del PSG, de 31 años, ahora tiene una orden de restricción que le prohíbe acercarse a su exesposa y a su residencia”.