Desde Punta del Este, Zaira Nara continúa con sus proyectos de streaming y todo lo que pasa por su programa es noticia. Algunos días atrás, Pampita se confesó en el lugar y las redes explotaron, pero esta vez la protagonista es Wanda Nara.
Ya en Argentina, la empresaria decidió viajar al país vecino y acompañar a su hermana en uno de los programas de Rumis, el cual conduce la morocha. Como es costumbre, se puso polémica y no se guardó ningún detalle en la charla.
Hablando de amores, dio detalles del comienzo de su relación con Mauro Icardi. La emprendedora enfatizó constantemente que ya se encontraba separada de Maxi López y compartió el curioso truco que empleó para evitar que otras mujeres se acercaran a quien ahora es su esposo cuando eran amigos.
Qué hizo Wanda Nara para evitar que Icardi tuviera “chamuyos”
Para comenzar, la exconductora de Masterchef recordó: “Éramos muy amigos, él me contaba con quién salía, yo le decía que estaba separada. Lo que me empezó a gustar es que él me tiraba frases que me dejaban pensando, era muy Rolón, muy moderno”.
Sin pelos en la lengua, fue de frente y aseguró que desde esos comienzos ya se sentía algo especial entre ellos dos. “Había como una onda en el aire, yo no sabía si era yo sola o era de los dos o iba a ser una más porque él se estaba bajando a media Europa en aquel entonces. Él me contaba que tenía cuatro celulares porque dividía a las mujeres por continentes, una locura. Nosotros éramos amigos, pero yo ya empecé a operar”, continuó.
“Una vez lo invito a un barco que éramos varios (...) en un momento, Mauro me dejó su teléfono y se fue a buscar un parlante”, recordó con precisión. “Él en ese entonces tenía dos teléfonos, uno era el posta al que lo llamaban los directivos y el otro de las chongas, donde tenía a todos los gatos. Miré para un lado, miré para el otro y se lo tire al agua”, confesó Wanda Nara.
Para terminar, Wanda se lanzó a las risas y confesó que se hizo la distraída y comenzó a buscar el celular que ella misma había tirado cuando todos comenzaron con la búsqueda. “A las 18 empieza a levantar todas las colchonetas del barco y a buscar el teléfono. Yo buscaba también, más que nadie. Pero el teléfono desapareció”, dijo muy tentada.