El pasado lunes por la noche, un concursante de Los 8 Escalones llamado Santiago, quien consiguió el gran premio, intentó obtener una ventaja al romper las reglas frente al presentador. El incidente ocurrió durante la primera emisión de la semana, cuando el competidor tuvo que elegir entre varias temáticas de preguntas.
Guido le preguntó: “Santiago, elegí, ¿hay alguna que no quieras que te toque?” A lo que Santiago respondió: “Tendría alguna preferencia, pero vamos a dejarlo a la suerte” antes de hacer su elección. Al seleccionar una de las tarjetas que Guido le ofrecía, Santiago violó el reglamento del programa al mirar las preguntas escritas en la ficha.
Esto provocó una inmediata reacción de Kaczka, quien, visiblemente sorprendido, detuvo el proceso y le dijo: “No, la miraste, esa no podés usar, porque la miraste”. En cuestión de segundos, la tensión se apoderó del estudio: mientras Santiago sonreía nervioso, Guido anuló la elección y le explicó que no debía ver el contenido. “Era al revés”, comentó entre risas, y le indicó que debía tomar otra tarjeta.
A pesar de este contratiempo, Santiago logró ganar el gran premio de esa noche en una definición contra una competidora llamada Camila. La pregunta decisiva fue realizada por el periodista Franco Mercuriali, quien preguntó sobre el Estado norteamericano en el que el candidato presidencial Donald Trump fue herido.
Además del premio principal, Santiago recibió la llave de un departamento nuevo, la cual deberá decidir si conserva o vende a otro competidor. No es la primera vez que un concursante sorprende a Guido; unas semanas atrás, un artesano llamado Alejandro mostró una lámpara con la figura del presentador sosteniendo un micrófono.
Alejandro le explicó a Guido: “Hago veladores con forma de mascotas, pinto realista y te traje un presente”. El conductor, impresionado, comentó: “No, ¡soy yo! Mirá, te impresiona cuando te ves”. Alejandro, orgulloso de su trabajo, reveló que había pintado a Guido como su primera figura humana, ya que normalmente pinta mascotas. Guido, encantado con el regalo, expresó: “Me van a decir: ‘¡Papá, dale...!’ De velador, muchas gracias”.
