Verónica Llinás llega con “Antígona en el Baño”: “La mejor posición de un artista es el cuestionamiento”

La actriz recala en el marco de la gira de la comedia “Antígona en el Baño”, que tendrá cuatro funciones en Mendoza. En una charla habla de su oficio en el teatro, del lugar de los artistas en la sociedad y como opinar de política puede ser contraproducente.

Verónica Llinás llega con “Antígona en el Baño”: “La mejor posición de un artista es el cuestionamiento”
La actriz protagoniza la desopilante comedia que llega a Mendoza.

“Hoy podés ser muy requerida y mañana te olvidan en dos segundos”, reflexiona Verónica Llinás sobre la volatilidad del trabajo y los riesgos que supone el oficio de la actuación.

La reflexión acompaña a uno de los temas que aborda en “Antígona en el baño”, la comedia que protagoniza, y que también escribió y dirige. Pero a juzgar por el título, la comedia usa de excusa la tragedia griega de Sófocles “Antígona” para poner en escena una comedia desbordante, donde Llinás una vez más encuentra un lugar justo, que le permite dar lo mejor de su talento como actriz.

Y luego de una excelente temporada en Buenos Aires, la obra comenzó una gira nacional, con la que tendrá cuatro funciones en Mendoza. El jueves 25 de julio, se presentará en el Teatro Roma de San Rafael; el viernes 26 y sábado 27, en el teatro Mendoza de Ciudad. Y el domingo 28, en el auditorio Municipal de Tunuyán.

Verónica Llinás protagoniza la comedia que llega a Mendoza.
Verónica Llinás protagoniza la comedia que llega a Mendoza.

Una comedia desbordante para no dejar de reír

En “Antígona en el baño”, Verónica Llinás interpreta a Ignacia, una estrella de otro tiempo que está a punto de salir a escena después de un largo exilio en la televisión. A la edad y la decadencia del cuerpo se suman otros miedos inconfesables.

¿Quiénes son sus aliados para superar semejante momento? El hijo de su representante de siempre (Darío Lopilato) y un insólito “coach ontológico” (Héctor Díaz).

“Tengo varios roles en la obra, es una comedia que tenía ganas de hacer hace mucho tiempo. Y los productores me ofrecían otros proyectos, entonces les propuse este texto y lo aceptaron. Si bien no es una producción mía, es más personal. Igual mi rol nunca fue muy pasivo en ningún proyecto, aunque solo trabaje como actriz siempre interviene en la medida que me lo permitieran”, dice.

-¿Sos una actriz comprometida o complicada?

-Tengo un carácter fuerte, no me considero una artista complicada, para nada. Para mí la gente que hace problemas al pedo es complicada. No me considero así, simplemente no me gusta estar en obras que no me convencen en su totalidad. No solo veo mi papel, si no quiero que la obra esté bien. Siempre que el director me lo permite y proponer ideas, y participar del armado general, todo eso lo hago.

-Han comenzado una buena gira con el apoyo del público.

-Es una gira hermosa en todo sentido. Nos está yendo muy bien, recibimos un amor increíble de parte del público, nos esperan, se ríen muchísimo. Pero cuando ves que es de verdad, no es de cholulo. Y también la pasamos muy bien como equipo, nos reímos muchísimo. Y todo eso hace que la gira sea muy agradable.

-Esta comedia es particular porque estás al cien por ciento, mostrando mil caras, con la salvedad de traer al presente un clásico.

-Es una obra irreverente y que se mete con un clásico. No es una versión moderna de “Antígona”, sino que “Antígona” atraviesa la obra, porque mi personaje es Ignacia, una actriz que va a estrenar una versión moderna de “Antígona”. Por eso está encerrada en el baño con un ataque de pánico o algo más complejo. Porque la obra tiene un montón de aristas. Entonces empieza a desconfiar de todo e incluso de su representante (Darío Lopilato). Y ahí hay un conflicto grande que tiene que ver con el paso del tiempo, cómo manejar la pérdida de la lozanía, de la juventud, de las oportunidades. Hay algo diferente a los conflictos de la obra “Antígona”. Esta obra toca otros conflictos, actuales y mundanos, como la belleza, el ego, la competencia.

La comedia protagonizada por Llinás llega a Mendoza.
La comedia protagonizada por Llinás llega a Mendoza.

-¿Has tenido ese tipo de crisis del cuerpo, el paso del tiempo y la exposición propia del artista?

-Es permanente, en el ser humano es permanente el preguntarse un montón de cosas. En el caso de los actores, sobre todo las actrices, es más difícil. Por empezar, la profesión del actor es de las más estresantes y menos estables. Hoy podés ser muy requerida y mañana te olvidan en dos segundos, es muy cruel. Y después nos vemos el rostro y el paso del tiempo, con la gente que tiene la libertad de opinar sobre vos, si estás bien, más vieja, más linda, más gorda, más alta. La gente se siente con propiedad para opinar sobre vos, y eso lo da la exposición. No reniego de eso, pero en ese aspecto la tenemos más difícil las actrices. Y no lo digo con superioridad, porque yo también sufro mi propio aspecto. Y no creo que mi forma de tratar con eso sea la mejor, pero como mi carrera no se basa en el aspecto, en ser linda para ser la protagonista, lo sufro tal vez menos que otras actrices, donde su carrera está ligada con la belleza.

-Tal vez tus temores con el paso del tiempo son otros, porque el cuerpo es el instrumento del actor en el escenario. El temor va por otro lado, el tener la energía suficiente para lograr un trabajo.

-Sí, por ahí uno tiene miedo de no tener capacidad de acordarse las cosas, de moverse en el escenario. Hay otros aspectos, la salud en general, no volverse un bicho competitivo. Yo creo muchísimo en la cooperación del trabajo. Esa visión de que el actor es un ser ególatra pendiente de lo suyo, eso es de otra época. Creo que la juventud entiende lo que es la cooperación en el escenario, que no es un actor contra otros, sino que es un equipo. Pero eso tiene que ver con la salud mental, estar bien y no transformarse en un ser hosco y egoísta.

-Ante esta digitalización de la vida y también el consumo cultural con las series y redes sociales, ¿crees que el teatro es el refugio donde el público argentino sobre todo busca esa distracción, sobre todo en la comedia?

-Yo creo que sí, que la presencialidad, el hecho de ver al actor en vivo, de ver la reacción del público en ese ida y vuelta, que en las otras formas de la ficción se puede lograr. Que inclusive puede cambiar el mismo espectáculo. Porque cuando alguien tiene un ataque de risa, por ejemplo, y el actor hace partícipe esa situación, el público lo agradece. Yo tengo la esperanza de que el teatro no va a morir, que el público va a entender el valor de esa presencialidad. Y para el actor, el hecho de repetir un texto para mí es un trabajo hermoso, porque la obra cada vez es mejor y el mismo público te va enseñando.

El humor, la crítica y las opinión sobre política

Verónica Llinás es una de las actrices más reconocidas del espectáculo, tanto por sus interpretaciones en televisión, cine y teatro, como por su capacidad de llevar el humor de una manera natural, que cautiva al público.

En la actualidad, los videos de su personaje de Inés Murray Tedin Puch de Arostegui en la tira “Viudas e Hijas del rock and roll” siguen despertando la risa de los internautas que descubren la serie en YouTube o Tik Tok. Ese personaje de mujer rica y clasista tomó protagonismo fuera de la televisión, cuando la propia Llinás compartió cortos de humor en su canal e Instagram interpretando al personaje, en plena pandemia.

-Después de la popularidad que tuvo el personaje de Inés, ¿Tuviste la oportunidad de hacer un unipersonal?

-Lo pensé. Pero el unipersonal no me gusta tanto porque lo considero solitario, no es lo mío. Lo pensé, es algo a lo que no le cierro la puerta. Pero Inés es un personaje que fue enteramente mío, porque lo construí en base a un guion que me pasaron. Lo considero mío, pero a la vez estaba en una trama que no era mía, y eso me produce un conflicto. Aunque lo hablé con Pablo Culell en algún momento, es raro porque estaba en una ficción que no me pertenece.

Verónica Llinás hizo una desopilante parodia de la famosa "Cheta de Nordelta"
Verónica Llinás hizo una desopilante parodia de la famosa "Cheta de Nordelta"

-Por ahí hoy Inés puede aparecer en un programa de streaming al igual que Caro Pardíaco.

-Puede ser, pero no sé si es lo mío, no lo descarto. Hay tantas cosas que me dan vueltas en la cabeza, pero el tiempo no me da para muchas cosas. Más de lo que estoy haciendo y pagando la olla.

-Ante la crisis económica, moral y un cambio de época en una sociedad tan particular, ¿cuál crees que es el valor del artista en la sociedad argentina?

-El primer valor es el resultado de su arte, lo que tiene para dar, que son pedazos de su alma. Y con respecto a la opinión de cada uno, hay una cosa muy enfermiza con respecto a las opiniones de la gente, cómo se toma y qué se hace con eso. Todas las opiniones son dignas de respeto y no se toma así, creo que hay una especie de policía de la opinión, que cualquier cosa que uno dice es interpretada para un lado del mapa político o para el otro. Es muy difícil que alguien escuche las palabras de otro sin prejuicio, siempre está cruzado por un tremendo prejuicio y se suma la moda de la cancelación, donde la gente no va a ver al artista porque dijo tal cosa. Y a veces te perdés algo que te puede gustar, solo por algo que el artista dijo. Y eso me apena muchísimo, porque es muy empobrecedor esa forma de tratar la opinión del otro. Hay una cosa muy enroscada y es inamovible. A mí me han tachado de militante ultra k cuando jamás ni fui K. Solo porque hice un video de humor criticando a Macri. Es tan elemental el razonamiento que, si criticás a un gobierno, piensan que ya pertenecés al otro bando.

-¿Por eso dejaste de hacer los videos de humor?

-Sí. Cuando vi ese barro que significa hacer un chiste, que tiene que ver con la política, dejé de hacerlo, ahí me tacharon de ultra k. Porque no hay manera de que diga lo contrario. La gente que está convencida de que soy K no va a dejar de pensar eso, diga lo que diga. Y eso habla muy mal de nuestras capacidades intelectuales como sociedad. Si no hay capacidad de diálogo, de perder esa desconfianza y paranoica del otro, creo que en ese sentido a los artistas o los que están expuestos les pasa más. Nunca me nació a mí exponer un pensamiento político, nunca lo hice, nunca participé en ninguna campaña, simplemente porque no creo tener la capacidad de hacerlo. Y creo que la mejor posición de un artista es el cuestionamiento y no el apoyo. Por eso cuestioné, pero dejé de hacerlo, porque hay un nivel de agresión y operación muy grande.

-Sobre todo hay mucha violencia con respecto a lo que piensa el otro.

-Sí, es un nivel de violencia horrorosa, siempre estuvo ese bajo fondo moral de la gente, pero ahora con las redes salió a flote. De hecho hice un rap con todas las cosas que me decían, en un momento me reí de eso, pero a veces no tenés la tolerancia para hacerlo. Entonces me resguardo y no digo nada. Mis videos en su momento eran de humor, cuestionando algo, pero no dejan de ser humor. Y pasa el tiempo y siguen jodiendo con lo mismo.

La actriz protagoniza la comedia "Antígona en el Baño".
La actriz protagoniza la comedia "Antígona en el Baño".

Para agendar: “Antígona en el baño” en Mendoza

La comedia “Antígona en el baño” llega en el marco de su gira nacional a Mendoza. La obra protagonizada por Verónica Llinás, Darío Lopilato y Héctor Díaz, tendrá cuatro funciones. El jueves 25 de julio, a las 21 horas, se presentará en el Teatro Roma de San Rafael; el viernes 26 y sábado 27, a las 22, en el teatro Mendoza de Ciudad. Y el domingo 28, en el auditorio Municipal de Tunuyán.

Las entradas para cada función están disponibles en Entradaweb.com.ar y boletería del teatro (San Rafael y Tunuyán).

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