El cantante y productor musical estadounidense R. Kelly está siendo juzgado por la acusación en la que se le imputan 13 cargos de producción y recepción de pornografía infantil, incitación a los menores a participar en actividades sexuales delictivas y también de conspiración para obstruir a la justicia.
El cantante de la famosísima canción “I Believe I Can fly” está llevando adelante este proceso mientras ya cumple una condena de 30 años de cárcel, luego de ser declarado culpable en 2021 por crimen organizado y tráfico sexual.
Mientras se estaba llevaba a cabo el juicio actual se produjo un episodio como consecuencia de la brutalidad que significan los hechos que ocurrieron. Mientras se trataban las pruebas gráficas del caso, una miembro del jurado sufrió un ataque de pánico.
“Me dijeron que no puede seguir ni un minuto más” informó el juez de distrito estadounidense, Harry Leinenweber, en el Palacio de Justicia de Dirsksen, Chicago, alrededor de las 15:30 horas. La mujer afectada, trabajadora de una biblioteca pública, fue excusada por el magistrado y sustituida.
La fiscal adjunta, Elizabeth Pozolo, aseguró a los miembros del jurado que el artista había cometido “crímenes horribles” contra niños y que, con la ayuda de sus socios comerciales, trató de cubrir sus acciones ya que era consciente de que serían “completamente condenatorias”.
Además de Kelly, han sido a su vez juzgados su antiguo gerente negocios, Derrel McDavid, y su socio, Milton “June” Brown. Todos están acusados de conspirar para intimidar y sobornar a testigos para encubrir las pruebas.
La condena de R. Kelly
El miércoles 29 de junio de 2022, R. Kelly recibió una larga condena, casi un año después de que fuera declarado culpable de seis cargos que pesaban sobre él. La sentencia fue a 30 años de prisión.
La condena fue superior a los 25 años de cárcel que solicitaba la fiscalía, que alegaba que el ganador de tres premios Grammy, con más de 75 millones de discos vendidos, todavía “representa un serio peligro público”.
“Estoy agradecida de que Robert Sylvester Kelly está lejos y estará lejos y no podrá herir a nadie más”, declaró en aquella ocasión una de las víctimas del condenado, de 55 años, Lizzette Martínez.