El director inglés Alex Garland es de esos cineastas que pergeñan películas que salen de la norma y que no se repiten entre sí. La diferencia drástica que hay entre “Ex Machina”, “Aniquilación” y “Men”, estrenada este año, son testimonio de su riesgo a la hora de encarar sus películas.
“Men: terror en las sombras” deambula entre el terror (lo aclara el título, claro) y el thriller psicológico, aunque decanta definitivamente en este último a medida que la historia, con los clásicos vericuetos del guion de este tipo de historias, se va desarrollando.
Harper es una mujer que decide pasar unos días alejada de la ciudad, y para ello elige una amplia casona en la campiña inglesa. Por qué está allí, y cuál es el trauma que la ha impulsado a ese descanso reparador, es algo que iremos descubriendo.
Si es cuestión de spoilers, el título con el que se difundió la película en castellano es un verdadero ejemplo de cómo transformar una película de autor en la experiencia más burda y previsible. “Men [Hombres]: terror en las sombras” ya da las puntas para hilvanar lo que sucederá en la película, cuya misteriosa atmósfera va creciendo hasta desembocar en un final inesperado y para el que Garland se ahorra algunas de sus mejores imágenes perturbadoras.
Para protagonizar la película Garland convocó a una actriz en franco ascenso, Jessie Buckley, que además viene optando por papeles de espesura psicológica como “Pienso en el final”, “La hija oscura” (por la que fue nominada a Mejor Actriz de Reparto en los Oscar de este año) y ahora ésta. El lector puede esperar una actuación fantástica, que es ciertamente lo que ofrece esta intérprete irlandesa.
La película puede alquilarse (y comprarse) en Google Play y Apple TV.