Las figuras coleccionables Sonny Angels, creadas en Japón por Toru “Sonny” Soeya en 2004, están generando un fenómeno global que atrae a millones de personas, en especial a los jóvenes adultos. Representando a angelitos desnudos con ojos grandes y gorros temáticos, estas figuras de plástico, de 7 a 8 cm, destacan por su diseño simple y adorable. Figuras reconocidas como Rosalía, Dua Lipa y Victoria Beckham también han “caído bajo el hechizo” de estos pequeños muñecos, donde los utilizan como accesorios decorativos en teléfonos, bolsos y autos.
Su popularidad ha explotado gracias a plataformas como Instagram y TikTok, donde hay más de medio millón de publicaciones y 30,000 videos dedicados a ellos. Estos muñecos, que se venden en cajas sorpresa, han formado una comunidad global de coleccionistas, con tres millones de unidades vendidas por año. Aunque costaban alrededor de 5 dólares, su creciente demanda ha elevado el precio a estar entre 14 y 15 dólares en plataformas digitales como Amazon.
El furor por los Sonny Angels tiene raíces en la cultura japonesa Kawaii, surgida en los años 70 como respuesta a las estrictas normas sociales de la posguerra. La estética Kawaii, caracterizada por la ternura y la inocencia, despierta respuestas emocionales en las personas.
Los diseños de estos muñecos, con características infantiles y cascos coloridos, los convierten en irresistibles para quienes buscan objetos adorables y cargados de simbolismo. Según la tienda Deco&Kids, su encanto reside en el factor sorpresa y la posibilidad de coleccionar series temáticas como frutas, animales y flores.
“Estas figuritas son adorables, y aunque no hablan, su dulce mirada y su simpática sonrisa te cautivarán”, señala Deco&Kids. Su expansión global reafirma el éxito de productos que mezclan diseño encantador con la nostalgia y el placer de coleccionar, lo que consolida a los Sonny Angels como un icono de la cultura pop moderna.