La práctica del sexting (enviar y recibir contenido de carácter erótico o explícito) se remonta a los primeros usos del celular, cuando solo existían los SMS y a través de aquella rudimentaria herramienta se enviaban textos mucho más que subidos de tono. En sí es una práctica sana siempre y cuando se utilice con el fin de despertar el deseo, así como nuestra fantasía e imaginación, con la exclusiva finalidad de disfrutar. Se trata de una práctica que debe ser consentida en todo momento, como también el resguardo de la intimidad de los participantes.
“El sexting o sexo virtual es una práctica sexual más. Esto quiere decir que la persona tiene relaciones sexuales de manera virtual. Es decir, no estás con una persona en vivo, sino con una virtualidad de por medio”, comienza Emilia Marín, educadora sexual.
Pero va más allá y detalla “En realidad estás teniendo sexo con una práctica onanista que sería masturbatoria. Porque no estás con la otra persona sino que mientras uno está mirando o escuchando y de manera virtual, en tu cabeza -algo imaginario- estás teniendo relaciones sexuales”, y agrega “es una práctica sexual más, como el sadomasoquismo, los fetiches de ponerse ropa de algún color o cualquier otra práctica”.
Pero empecemos por el principio y vayamos a lo que nos interesa: Cómo puedo practicar sexting, cómo hago, cómo empiezo. Estas son algunas de las preguntas que la mayoría se hace cuando se presenta la oportunidad.
“En el sexting hay muchas personas que no lo eligen porque quieren esto” asegura Marín en relación a que no siempre y no todos tienen oportunidad de tener sexo en vivo siempre. “El contacto físico, la vivencia, los olores, los calores, esas cosas, por un lado suman un montón. Por otro lado también sirve para las personas que están a distancia y no pueden mantener intimidad con alguien. También en el caso de personas que están empezando a conocerse, sirve para empezar a tener cierto tratamiento de intimidad, enviando una foto”.
Como empezar cuando todavía no hay confianza
- Tantear el terreno hablando de una fantasía propia o comentando un supuesto sueño erótico o sugerente: “Me encanta la forma ondulada de tu cintura” o “te imagino de tantas formas”.
- Probar con propuestas más directas: “¿Qué me harías si estuvieras acá conmigo?”, “¿Qué te gustaría que te hiciera?” o “¿Cómo te gustaría que continuara el sueño?”.
- Pasar una foto elegante en ropa interior o de ropa interior y añadir: “Ahora mismo iba a entrar en la ducha”.
- Proponer siendo sutil: “Te extraño ¿me ayudas?”, “Esa silla me gusta para… sentarme”.
- Cuando ya hay confianza, se puede proponer planes muy detallados. Describiendo palabra por palabra lo que te gustaría hacer o que te haga. En este sentido, basta con pensar en alguna fantasía que tengamos en mente para dejarnos llevar: “Quiero hacer X y Z y que me hagas A y B”.
Las situaciones individuales son muchas y los motivos casi infinitos, en el caso de necesitar motivos. “El tema es que también es muy acotado para muchas personas no se sienten cómodas mostrándose ‘Si tengo celulitis o pelos o algo que que no quiero, entonces en el sexting muestro en la cámara solamente lo que quiero que se vea’. Por eso da cierta libertad que por ahí utilizan muchas personas que no se animan a estar en el ‘face to face’ y alienta este morbo de ‘te muestro pero oculto cosas, imaginate otras’ y dispara este juego de adrenalina pura que hace que uno vaya más allá”, detalla Marín.
En este sentido, no hay reglas, siempre y cuando se cuide la intimidad y la confianza de quien acceda a mostrarse mediante un dispositivo. “Puede haber videos larguísimos donde te muestro que me masturbo y también vos te masturbás mientras ves mi video. Entonces son ambos -o la cantidad de personas que pueden llegar a participar- lo disfrutan
Por un lado para muchas personas es súper acotado porque necesitan un contacto directo y por otro lado hay personas que les viene bárbaro porque se sienten más seguras y hay otro tipo de relación”, explica.
Algunos tips para tener en cuenta
-En la medida de lo posible, escoger una persona de confianza.
-Aunque sea de confianza, es conveniente que no se te vea la cara o marcas reconocibles de tu cuerpo.
-Si no estás cómodo/a mostrándote, podés jugar con avatares o apostar por céntrate en textos eróticos.
-Las dos personas tienen que desearlo y consentirlo.
-Planificar un momento en el que tengan intimidad y tiempo.
-Ponerse de acuerdo en los límites y qué cosas se pueden hacer.
En este sentido Marin hace algunas recomendaciones que ayudan a resguardarse de cualquier situación en el futuro. “El sexting es un poco peligroso porque si vos mandás a una persona X que te crees que está buenísimo y que te conoce y está todo re copado y de repente te peleas con esa persona o esa persona no es lo que vos creías o de repente no pasa nada pero esa persona quiere hacer públicas tus imágenes, se puede complicar”.
“Siempre sugiero no mostrar la cara, jamás. Si tenés algún tatuaje o una marca corporal, evitarlo, pero si bueno, si no no tenés cómo, este, que de última aparezca esa marca corporal, pero no tu cara. Siempre desde el cuello hacia abajo, siempre. Jamás aparece cara. Podés hacer este, qué sé yo, fotos o videos sugestivos y qué sé yo sin el rostro, porque de internet no se borra, jamás”, concluye.