El docente universitario (jubilado) Sergio Zanier, italiano afincado desde hace más de siete décadas en Mendoza, falleció a sus 85 años. Figura muy querida y reverenciada por sus alumnos, Zanier desarrolló toda su trayectoria en nuestra provincia, a la que llegó en 1951.
Zanier fue empleado municipal y profesor universitario de Filosofía, faceta en la que estableció vínculos y admiración de sus alumnos. Pero, en realidad, había sido antes trabajador maderero. Lo recordaba él mismo en una entrevista para el sitio El Memo: “Me dediqué a trabajar en la madera. Seguí el secundario nocturno en el CUC (Colegio Universitario Central) y después entré a la carrera de Filosofía y Letras, cuando estaba en la calle Las Heras pasando Mitre. Me recibí en el año 1967, un año después del golpe de Estado de Onganía. Yo era miembro de la Federación Universitaria Argentina, y me llamaron para decirme que me recibiera rápidamente, porque estaban quemando los archivos de los alumnos que habían tenido participación en la Reforma Universitaria”.
Sin disimular su orgullo, Zanier solía decir que tenía dos facetas: la del pragmatismo y la de la tarea intelectual: “El pragmatismo maderero y el intelectualismo burocrático, que supone el ser un profesor universitario”.
Cuando le tocaba hablar del gran vínculo que tenía con sus alumnos, el Tano Zanier entendía que las razones tenían que ve con la pasión con la que impartía sus clases. “La actividad humana es pensar, pero siempre en y desde el corazón. Sin eso, sin tener empatía con los alumnos, no podés ser ni profesor, ni obrero, ni nadie”, aseguraba.
Sobre la elección de dedicarse a la Filosofía, Zanier explicaba que tuvo que ver con que “empecé a estudiar en 1960, con el auge que había en ese momento del socialismo y el marxismo a nivel internacional. Había importantes conflictos internacionales. Uno era Vietnam, con grandes pensadores vietnamitas, como Ho Chi Min, que estudió en universidades francesas. Yo siempre tuve relaciones intelectuales con esa gente, en París.
En los últimos años, a Zanier algunos habían comenzado a llamarlo “el Merlí mendocino”. La alusión era al personaje de la famosa serie de televisión de España, en la que el actor Francesc Orellá interpretaba, justamente, a un profesor de Filosofía, en su caso de la secundaria, y tenía virtudes didácticas poco convencionales, pero que conseguían atraer e los alumnos.
El escritor mendocino y militante radical Santiago Navarra (autor del libro Arturo Umberto Illia, el hombre necesario) se expresó sobre Zanier en las redes y lo describió de esta manera: “Era una eminencia, ante todo. Cuando militábamos en Juventud Radical, ‘el profe’ Zanier nos acostumbró a largas charlas. Nos acompañaba en las pegatinas y correrías de entonces. (…) Nos hizo emocionar, qué duda cabe, con su sapiencia y sus dotes de sobreviviente”.