Hoy, desde las 20 h, llega la segunda edición de la Fiesta Moladora. Esta original propuesta nace por iniciativa de la agrupación Lamoladora, quienes, para esta nueva edición, convocaron a Dj Paloma y al acto Rodrigo Casavalle, quien va a hace de anfitrión de la velada con uno de sus divertidos personajes.
Además del show de Lamoladora y la música de Dj Paloma va a haber stand de glitter, foodtracks, degustación de vinos y cerveza artesanal. Todo esto en el Espacio Arizu, desde las 20 h y las entradas se pueden conseguir a través del sitio EntradaWeb.
La primera edición de la Fiesta Moladora fue un éxito y esta nueva propuesta, en formato sunset, promete ser un bombazo a los sentidos.
Con capacidad para 400 personas, el Espacio Arizu se prepara para recibir a todos los que quieran vivir esta experiencia de la mano de Lamoladora, la agrupación que se presenta como “trance colectivo”.
LAMOLADORA, TRANCE COLECTIVO
El que nos cuenta de qué se trata esta Fiesta Moladora volúmen II, es Rodrigo Botaculli, el único bajista de la agrupación.
La agrupación nació en el 2016 y está conformada por 12 músicos, 11 percusionistas y un bajo, el de Rodrigo. Ernesto Pérez Matta, Matías García Calcumil, Mauro Regules, Franco Rumiz, Matías Gorordo, Santi Servera, Yair Cáceres, Flor Ruva, Gonzalo Gorordo, Silvina Inés Moreno y Pablo Quiroga completan esta agrupación que propone música, originalidad e inclusión.
Desde sus comienzos, Lamoladora recurrió a la lengua de señas para muchos de sus shows, que tiene una gran parte de improvisación para lograr un efecto de “trance colectivo”.
“Todas las bases son improvisadas y, en general, nosotros intentamos que toda la música que salga sea bailable y que la gente lo disfrute de principio a fin, con la intención de que se arme fiesta. La experiencia que se arma es muy colectiva, distinta y está buenísimo para que todos puedan vivir la experiencia” afirma Rodrigo.
La idea de hacer estas fiestas también nace de una necesidad de encontrar espacios para mostrar su trabajo. Pero Rodrigo se muestra optimista sobre los distintos lugares que van encontrando las bandas o músicos, organizados por terceros o de manera autogestiva, para sonar sobre un escenario.
“Se han empezado a generar más espacios en los últimos años y ha cambiado también mucho la mentalidad del público. Ahora hay un público más joven, más renovado, que tiende a hacerle el aguante a las bandas de Mendoza. Antes, la gente por ahí no les daba mucha bola. Hay un auge fuerte de lo local, han nacido muchas bandas nuevas, muchos pibes muy talentosos de bandas que no tienen nada que envidiarle a bandas internacionales o nacionales”, reflexiona Rodrigo sin ver que ellos pueden perfectamente ser una “banda nacional”. Hoy las fronteras son mentales y la música se va colando por tantos rincones que es difícil hablar de localía.
En ese sentido, el músico agrega. “Se está generando una movida interesante en Mendoza, así que creo que vamos bien”. Y sí que van bien. Con esta segunda edición de la Fiesta Moladora II, la agrupación colectiva promete ruido y diversión.