Una celebración no se traduce únicamente en festejos, en reuniones sociales o en brindis con la copa en lo alto. Una celebración también invita a la reflexión, a la mirada sobre el camino recorrido y, especialmente, al camino por recorrer, el que empieza a dibujarse a partir del último paso.
Con esa convicción es que el jueves 5 de diciembre, a las 12, en el Hotel Sheraton (Primitivo de la Reta 989, Ciudad), Los Andes celebrará sus 141 años de existencia y despedirá este especial 2024 con un encuentro del que participarán invitados especiales y en el que tres personalidades se abocarán a la tarea celebratoria de la reflexión en voz alta. Ellos serán Marina Dal Poggetto (licenciada en Economía, directora ejecutiva de Eco Go), Alejandro Catterberg (consultor y analista político, director de Poliarquía) y Santiago Kovadloff (ensayista, filósofo y poeta).
Justamente Kovadloff —quien estuvo en abril en Mendoza para recibir el doctorado honoris causa que le otorgó la Universidad Nacional de Cuyo, por solicitud de las Facultades de Ciencias Agrarias, Ciencias Económicas y de Derecho— es uno de quienes más se han preocupado por reflexionar públicamente sobre parte de lo que es la premisa de este encuentro: el pensar en la Argentina del futuro a partir de los desafíos del presente.
Un diálogo con Kovadloff permite muchas cosas a su interlocutor. Primero, apreciar la elocuencia y claridad de ideas de un filósofo que se permite, incluso en la coloquialidad, ofrecer conceptos profundos, razonados y que abonan la discusión. Luego, sus conceptos invitan siempre a mirar el tema del que se está hablando para analizarlo una vez más a la luz de las perspectivas que ofrece. En ese sentido, ni siquiera hace falta acordar en todo lo que dice, ya que su abordaje crítico, siempre argumentado, enriquece las propias posiciones filosóficas o ideológicas.
Por esa razón, esta vez, en lugar del usual intercambio de preguntas y respuestas, Kovadloff ofrece algunas reflexiones al hilo de temas que ofician de “disparadores” de sus análisis. Cuando visitó Mendoza hace poco, el filósofo ofreció una mirada “en ascuas” sobre el presente de la Argentina cuando la gestión presidencial de Javier Milei recién arrancaba. Por ese entonces, dijo que “el triunfo de Milei respondió más a dejar atrás una situación agobiante que a una certeza perfectamente clara de lo que significaban los objetivos de esta alternativa política por él representada. Milei alcanza la presidencia con un enorme capital de desesperación social, proveniente de la gestión del kirchnerismo y de los resultados parciales de Macri. Por otro lado, creo que estamos ante una gestión que se define todavía por sus ambivalencias y contradicciones”.
También, en ese momento, Kovadloff había sido contundente con respecto a otras cuestiones relacionadas con algunas decisiones presidenciales. Puntualmente, en el papel para rearmar la Corte Suprema y en la elección de Ariel Lijo como miembro. “La postulación de Milei para que Ariel Lijo sea miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no significa otra cosa que un pacto con Cristina Fernández de Kirchner para garantizar su impunidad a cambio de votos en el Parlamento. Esto debilita el principismo que el presidente parece sostener en algunos terrenos en otras áreas”, había asegurado.
Ahora, el autor del ensayo Sentido y riesgo de la vida cotidiana o del poemario Ruinas de lo diáfano, tiene un panorama un poco más claro, para algunas conclusiones que, aunque todavía puedan ser provisorias, tienen que ver con un análisis de mayor recorrido. Por eso, ofrece estas definiciones, que van desde lo político y social hasta lo poético, puesto que, para este autor, la poesía sigue siendo parte necesaria del hacer del hombre.
Debe y haber del gobierno de Milei. “El Gobierno desplegó en menos de un año una hazaña histórica: el control de la inflación. No es poco para admirarlo y agradecerle. Pero no es suficiente, todavía, para poder caracterizarlo como un gobierno restaurador de los valores constitucionales con respecto a la tradición populista que sumió al país en la corrupción. El Gobierno debe proceder, gestionar, para terminar de perfilarse, y nosotros debemos observar en qué dirección lo hace para llegar a saber cuál es su verdadera identidad. Dicho en los términos de Tomasso Di Lampedusa, pero interrogativamente: ‘¿Cambiarán las cosas para parecerse a lo que eran o se transformarán para dejar de repetirse?’. Por el momento, el Gobierno es ambiguo. Viéndolo proceder se diría que señala a la vez en dos direcciones no sólo distintas, sino antagónicas. ¿Se conciliarán ética y eficacia en un marco republicano refortalecido?”.
La intolerancia ante las críticas. “El Gobierno tiene derecho a pedir paciencia. La gente, a vivir con dignidad. Terminar con la corrupción implica también terminar con la tentación de la autocracia. Los ciudadanos, tenemos el derecho y el deber de ejercer, en la espera solidaria, una vigilia crítica. El derecho y el deber de una mirada crítica y bien dispuesta a la vez. Buena disposición no significa acatamiento servil, sumisión”.
¿Signos de mejoría? “Hemos salido del Infierno y estamos en el Purgatorio. No estamos en el Paraíso. Si prepondera el reduccionismo economicista en la concepción de la política, nuestro porvenir se empantanará en el empobrecimiento cívico. Si la intolerancia devora la concepción del pensamiento alternativo al oficial, estaremos más cerca del pasado que del porvenir. Si no fuera así, si de veras la educación y la cultura complementan y perfeccionan el pensamiento económico, estaremos ante una capacidad formidable de aprender de nuestros largos y reiterados fracasos. Ojalá sea así”.
Lo que debemos hacer y lo que debemos esperar como ciudadanos. “Dos tareas simultáneas, entonces, se imponen ante este Gobierno: darle tiempo y eludir la tentación de la idealización. No falta mucho para saber dónde estamos. Y con quién”.
Por qué la poesía sigue siendo necesaria en este contexto. “La emoción de lo poético, si no está viva de antemano en quien lee, no logrará ingresar a la propuesta del poema. El poema no abre las puertas de lo poético, sólo brinda hospedaje a quien previamente las ha abierto en su vida. ¿Y qué es la emoción de lo poético sino esa experiencia de lo real en la que este escapa a sus sentidos convencionales, a lo previsible, a la apatía de lo usual, a la visión convencional del tiempo, a la identidad como certeza confirmada por un espejo? ¿Qué es la poesía, sino celebración de la presencia del mundo, de cada pequeña cosa que resplandece en nuestra vida diaria cuando somos capaces de ver y de habitar el asombro? Si esta experiencia, si este abismarse en lo que no cabe en las definiciones, no palpita en quien lee, el poema no tendrá nada que decirle. No nos guiemos sin embargo por criterios cuantitativos o de mercado para sentenciar si la poesía se lee mucho o poco. La poesía está viva en quien está vivo ante sus propios ojos como enigma. Así ha sido en todas las épocas y así es ahora también”.
Nuevos libros en 2025. “En lo que a mí hace, el año venidero publicaré un nuevo libro de poemas y también un nuevo libro de ensayos. El de ensayos está terminado. Es una meditación de mis días, que ya son muchos. El de poemas, aún exige revisión”.
Perfil de Santiago Kovadloff
Santiago Kovadloff nació en Buenos Aires en 1942. Es ensayista, poeta y traductor de literatura de lengua portuguesa. Se graduó en Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y por la Universidad Nacional de Cuyo, profesor honorario de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Comité Académico y Científico de la Universidad Ben-Gurion del Neguev, de Israel. Es integrante de dos Academias argentinas: la de Letras y la de Ciencias Morales y Políticas. Es, además, miembro correspondiente de la Real Academia Española. Se desempeña profesionalmente como profesor privado de filosofía y conferencista. En 2010, la Academia Argentina de Periodismo le otorgó su Pluma de Honor por la tarea que desarrolla en la prensa escrita. Obras suyas han sido vertidas al portugués, al francés, al alemán, al italiano y al hebreo. Sus últimos libros publicados son: El libro de dos hermanos (poesía) y Temas de siempre (ensayo).