Sin lugar a dudas, hablar sobre Sam Smith es dejar de lado cualquier tipo de prejuicio y esterotipos. El cantante británico es de los más alocados y muestra que llegó con una pisada fuerte en cualquier parte del mundo.
Aunque no hace mucho tiempo logró dar con un espacio importante en el mundo de la música, siempre se mostró con fortaleza para visibilizar todo aquello que alguna vez se le calló. Ejemplos de esto han sido sus formas de vestir, preferencias sexuales y hasta románticas.
Actualmente ha vendido más de 20 millones de álbumes en todo el mundo y su sencillo “Stay with me” ha sido su mayor éxito desde que lo lanzó en el año 2014. Nacido en Londres el 19 de mayo de 1992, es uno de los cantantes más famosos de la actualidad y promete ir por más.
Hasta el momento, ha lanzado cuatro discos: In the Lonely Hour, The Thrill of it All, Love Goes y Gloria. En base a esto, en 2015 llevó a cabo la primera gira que tuvo como eje el primer disco, luego siguió en 2018 con el segundo en otra gira y, en el 2023, se mantuvo con “The Gloria Tour”.
Por el momento, en paralelo a su canción “Stay with me”, se encuentran otras tantas que han sido reproducidas millones de veces en muchos rincones del mundo. Estas son: “unholy”, “Dancing with a Stranger” y “I’m not the Only One”.
Sam Smith, un ícono queer
El cantante se identifica como una persona no binaria, es conocido por ser un miembro de la comunidad LGBTQ+ y está orgulloso de representar a esa parte de la sociedad que históricamente ha sido relegada según su punto de vista.
Permanecer fiel a sí mismo y buscar que sus obras satisfagan no solo a su audiencia heterosexual, sino también a aquellos con diferentes preferencias sexuales o identidades de género, le permite dar un mayor sentido a su arte y lo impulsa a reinventarse constantemente.
Esta razón es la que lo lleva a ser más que icónico cada vez que presenta un show o se lo ve en las alfombras rojas. Con lentejuelas, trajes clásicos, delineado de ojos, plataformas y más son las características que muestra.
El británico se autodenomina un “camaleón”, aunque niega que haya superficialidad detrás de ello. Puede respaldar a la comunidad queer mediante unas zapatillas o usar un par de aros con un símbolo religioso.