A diez días de su estreno, y con dos ex chicas de “La casa de papel” como protagonistas, la serie española “Sagrada Familia” ya brilla entre las 10 más vistas de Netflix en el mundo y en la Argentina. Con el último ranking semanal de la plataforma (el nuevo llegará en dos días), “Sagrada Familia” ya está sexta en todo el mundo, con casi 9 millones de vistas, y octava en la tabla de la Argentina. Y en su propio país ya escaló hacia la punta: está en el tercer escalón del podio que encabeza Dahmer.
Si bien había sido anunciada con bombos y platillos, había que ver con qué respuesta se encontraba, en medio de un catálogo cada vez más poblado, y con un pelotón de estrenos amontonados en los últimos dos meses.
Llegaba con el aval del mexicano Manolo Caro, creador de “La casa de las flores” y de “Alguien tiene que morir”, y con un guión atravesado por sorpresas y misterio. Nada es lo que parece, decía la gacetilla. Y, además, no había, en la previa, casi espacio para imaginar nada, porque desde la plataforma no soltaron ni un gramo de precisión en la sinopsis.
Como gancho principal, estaba la explosiva dupla que han sabido construir en el tiempo Flores y Nimri: fueron las compinches Saray y Zulema en “Vis a Vis”, fueron compañeras en teatro, y volvieron a compartir pantalla en La casa de papel, como Nairobi, de un lado de la fachada, y como la inspectora Sierra, del otro.
Amigas y colegas, fueron elegidas por Caro para contar la vida de Gloria (Najwa), flamante mamá que desembarca en Fuente del Berro junto a su cuidadora. ¿Es realmente la cuidadora de su bebé? ¿Es su único hijo? Preguntas que no ameritan ser respondidas ahora. Es mejor ver la serie.
Porque, además, a partir de su llegada al barrio empieza a asomar el resto de los personajes, como la pareja que integran Alba Flores y Álex García. Todos esconden algún secreto en esta nueva apuesta española de Netflix que está viendo derretirse el viejo fanatismo por La casa de papel.
“El Oso” no es una serie más sobre chefs
El Oso, la ficción que hace unos días estrenó Star+ transita la transformación de un crack de la exquisitez hecha plato en un tipo que se arremanga en una mesada sucia donde su hermano preparaba sandwiches.
Su hermano se suicidó, el negocio se hunde, las historias de los que estaban en ese humilde barco de comida rápida empiezan a ganar terreno como complejas criaturas de ficción y entonces aparece en escena Carmen Berzatto, prestigioso chef en los lujosos restaurantes de Nueva York.
El personaje que encarna Jeremy Allen White, apodado “Carmy” o El Oso, se come la serie, narrativamente hablando. Él es quien intenta salvar el local que comandaba su hermano y él, a su vez, se anima a reinventarse en la adversidad: aquí, en su nuevo alrededor, no hay pinzas especiales para colocar pétalos pequeños sobre risottos y codornices. Aquí hay mugre, en todos los sentidos posibles.
Del primero al último de los ocho episodios de esta creación del experimentado Christopher Storer se ve no sólo cómo Carmy intenta revertir la realidad de “The Beef”, el nombre del bolichito del Chicago marginal, sino también la capacidad de adaptación de cada uno de los integrantes de la cocina que hasta hace unos días lideraba Mike, cuya muerte sacudió a todos y dejó al descubierto unos cuantos problemas, fundamentalmente económicos.
Con un ritmo diferencial para cada uno de los episodios, El Oso recorre los distintos vínculos, tanto laborales como personales, mientras desgrana pedacitos de la historia de cada uno .
