Robert De Niro debió afrontar a los tribunales este martes, generando una imagen poco común para un actor como él, de perfil más bien bajo en lo personal y acostumbrado más a los elogios y los premios que a los juicios y los fiscales.
La que ha llevado al protagonista de Taxi Driver a los tribunales de Nueva York como acusado es su asistenta personal, Graham Chase Robinson, quien lo denunció por supuesto maltrato laboral.
La mujer asegura que fue víctima de comentarios de índole sexual, de abusos verbales y de un trato trato machista, y por ello lo demanda por una cifra cercana a los 12 millones de dólares.
Esto es, al menos, lo que le pide en sede judicial en concepto de reparación de los daños y perjuicios ocasionados. Ella asegura que los maltratos que supuestamente le dedicó De Niro le provocaron una gran angustia emocional, además de un irreparable daño en su reputación.
Pero lo curioso del caso es que esta demanda en la que acusa al actor de un presunto delito de maltrato laboral, entre supuestas vejaciones verbales, se produce después de que él la denunciase a ella. El intérprete la demandó el año pasado por incumplimiento del contrato o, simplemente, por no hacer el trabajo por el que se la contrató. Y es que, según reclamaba él, su empleada, que llegó a ser vicepresidenta de su productora, se vio 55 capítulos de la serie Friends durante cuatro días seguidos. Pero lo más grave quizá es que utilizase la tarjeta de crédito de la empresa para pagarse comidas de lujo.
La decisión de Robert de Niro de llevar ante la Justicia a su asistenta personal le ha salido cara, pues ella le ha devuelto la pelota en forma de demanda. Ahora ella es quien acusa y él quien se defiende. Asegura que el actor la consideraba “una especie de sirvienta doméstica”, aunque tuviese un alto cargo en el organigrama de la empresa en la que trabajó desde 2008 hasta 2019. Cobraba unos 290.000 dólares al año, pero ella considera que en el montante no están pagados los recados que le hacía, los insultos que recibía y las formas de ser tratada por su jefe. Y es que, según se puede leer en la denuncia a la que ha tenido acceso ‘TMZ’, le pedía desde llevarlo al hospital hasta subir al árbol de su casa. También que no la defendiese cuando un amigo de él le tocó el trasero sin su consentimiento delante de él. Pero lo peor eran sus comentarios.
Graham Chase Robinson llevaba peor lo que decía su jefe, que lo que hacía o le mandaba hacer. Todo podría quedar entre bromas, pero cuando existe un vínculo profesional y no amistoso, algunos comentarios están fuera de lugar, como aquel sobre su receta sobre la viagra. También ha presentado audios donde se oye decir a Robert De Niro amenazas contra ella, que pueden ser consideradas acoso laboral: “¿No respondes a mis llamadas? ¿Cómo te atreves? Estás a punto de ser despedida. ¿Cómo te atreves?”. En otros la llamaba “mocosa malcriada” o cuando ella le pidió un nuevo puesto de trabajo y él la respondió tajante con un “que te jodan”. Ahora él asegura que todo estos son “tonterías”, aunque tendrá que ser el juez quien estime la gravedad de sus acciones y, de paso, si le costarán los 12 millones de dólares que ella pide para subsanar el daño ocasionado.