El icónico cantante José Larralde sorprendió al hacer un llamado a la porteña Radio Rivadavia para aclarar que “no tiene una pensión arreglada”, como se había instaurado en los medios de comunicación: artista brindó una profunda entrevista a sus 87 años.
Antes de iniciar el diálogo con Jorge Pizarro, aclaró que es un oyente frecuente del dial: “Escucho toda la noche, incluso a Longobardi a la mañana. Qué alegría poder comunicarme. Tengo la radio, pegada con la gotita, no la muevo de ahí, todo el día”.
Frente a los supuestos pedidos por la mejora de su pensión, el intérprete explicó: “Estoy como cualquier jubilado, tengo más años de aportes que de edad. Lo que escribí yo, lo he vivido en carne propia. Será que soy un ‘viejo meado’ y tengo la mínima, pero yo no pido nada. Sería vergonzoso que yo acepte algo habiendo tanta gente que revuelve la basura para comer”.
“Me han ofrecido ser senador con asesores y yo respondí “poné el asesor, que es el que sabe ¿Para qué me querés a mí? Además, yo tengo dignidad ¿Cómo voy a aceptar algo yo, que otro tipo no tiene?”, continuó Larralde.
Los problemas económicos de Larralde
En este sentido, el intérprete se refirió a sus vivencias: “No escribo porque leí, lo he vivido en carne propia. Escribo desde hace muchos años, nunca pensé que iba a comer con esto, pero también podría hacerlo con cualquier cosa. Los problemas económicos, los he tenido toda la vida”.
“Vivo con la mínima y algún mango que rasco por ahí con la compañía grabadora. No aceptaría jamás -que el gobierno le arregle la pensión-, sería vergonzoso, me pego un tiro antes”, enfatizó el músico.
El accidente que sufrió el folclorista
“No puedo trabajar porque me accidenté, fui a llevar la basura al entrepiso y, justo que bajaba, cortaron la luz, me caí por la escalera y me rompí toda la cabeza. Me quedé sin dientes y no me los puedo poner porque tengo bruxismo”, continuó Larralde.
“El laburo que yo he hecho hasta ahora, después de haber trabajado toda la vida (...), me conozco todo el país laburando, no cantando solamente, tengo oficios para regalar”, reveló el cantante con nostalgia.
“Hace poco cumplí 87 años ¿Quién me va a dar trabajo? Si no puedo tocar la viola, no puedo hacer otra cosa. El laburo que yo hago de guitarrero, es -tan válido- como cuando trabajaba de albañil o cualquier otra cosa. No puedo aceptar que conmigo hagan un privilegio”, insistió el cantautor.
Además, el intérprete compartió su visión actual sobre el país: “Desde 1810 que no tenemos país, pregúntele a Mariano Moreno, es todo lo mismo siempre. Acá hablamos de ‘combatir el capital’ ¿Quién come combatiendo al capital? ¿Quién produce el laburo? Todo es así”.
“Es lo mismo que el patrón se la tire contra el peón, como pasó siempre. Lo mismo es que el peón explote al patrón combatiendo el capital, es cosa de locos, cada uno necesita lo suyo, el que tiene, le da laburo al que no”, remarcó el artista.
“Acá, estamos haciendo pelota todo, a mí me superó todo esto. Tanto luchar y me arrepiento mil veces, el otro día tiré una bolsa de consorcio con más de 400 obras a la basura porque ¿para qué? Ya me dijeron muchos pibes que yo me tengo que retirar porque ahora les toca a ellos, porque nosotros les dejamos el país hecho m*erda”, reveló Larralde.
“Siempre existió eso de tener gente ignorante. Así tenemos clavo barato. Pero esto viene desde que el hombre estaba en las cavernas. El que tenía razón siempre fue el que tenía el palo más grande y sigue exactamente igual”, reflexionó el cantante.
“Hoy el que tiene las bombas más poderosas o más plata en los bancos, más oro, más petróleo, es el que tiene razón. Y más cuando no la tiene. Lo peor que le puede pasar a un tipo que no tiene razón es discutirle. Un tipo que tiene razón escucha, el tipo que no tiene razón no escucha”, enfatizó.
Frente a la inquietud por su soledad, el cantautor relató: “Yo tengo tres hijos, uno que ya tiene edad para jubilarse y no se jubila. Tengo otro hijo que es músico, se ha recorrido el planeta con el piano. Yo con la guitarra al hombro me la rebuscaba, pero él con el piano al hombro, se va a complicar”.
No obstante, explicó la compleja situación económica que atraviesan y aseguró respecto a sus descendientes: “Nosotros, cuanto mucho nos juntaremos los cuatro, pondremos un puñado más de arroz en la olla y comeremos. Y si no, nos miramos y nos reímos. No somos de llorar, pedir limosna, ni andar pidiendo cosas. Jamás en la vida, yo tengo dignidad, me c*go de hambre parejo si quiero, pero a gusto mío”.
“Es muy feo como han acostumbrado a la gente a andar pidiendo, en vez de enseñarle a laburar. Porque laburo hay sino vaya al interior. Eso ya viene de hace muchos años. Cuando venía la gente acá para llenar Plaza de Mayo, después lo mandaban de vuelta y esa gente se volvió acá y bueno, empezaron a haber villas miserias”, agregó el artista.
“En el 46, cuando entró Perón, ya tenía nueve años. Si tengo que hablar de la historia, escucho cada versero viejo que yo no sé a dónde aprendieron. Nos falta un poco de sentido común. Un poco de razonamiento, de discutir menos y escuchar más”, aseveró el intérprete.
“Tenemos la costumbre de endiosar, hacer ídolos. Es un laburo como cualquier otro. Uno sube a un escenario y ya lo miran como “oh, un artista” ¿qué artista? Artista es el que hace piruetas todos los días para llevar un plato de sopa a la casa”.
Y continuó: ”Ese es un filósofo. Hay tipos que le tiran el diploma en la cara de filosofía y letras, ‘el doctor’, doctor de filosofía y letras es el que vive en la cordillera con la mujer con las tetas colgando, el chico muerto de hambre y no sabe qué le va a dar de comer esta noche”.
“El hombre que está arando a esta hora cagado de frío. Ese hace mucho más de lo que estoy haciendo yo en este momento. Eso ya lo hice. Sé lo que es romper la escarcha del tanque de una trompada para lavarme. Comer ovejas sarnosas porque no había otra cosa”.
“A mí no me pueden venir con versos políticos ni todos estos tipos que se la dan de sabio. Y lo único que hacen es hambrear a la gente”, concluyó Larralde.