Quien tuvo, retuvo

El secreto reside en averiguar la plurivalencia del verbo ‘tener’, que podemos determinar leyendo concienzudamente nuestro diccionario académico.

Quien tuvo, retuvo
Billete de 100 pesos.

El extranjero que está aprendiendo español no puede comprender acabadamente estas oraciones, que presentan en común el verbo ‘tener’: “Lo tendré al tanto”, “Le tenía dicho que no se acercara” y “Creo que no tengo nada que perder”. El secreto reside en averiguar la plurivalencia del verbo ‘tener’, que podemos determinar leyendo concienzudamente nuestro diccionario académico.

Su etimología nos indica su procedencia latina: el verbo “tenere” mostraba en ese idioma el valor de “poseer”, pero también el de “dominar, retener”. Esos valores originales los mantiene en español: si significa “poseer”, cabe que se refiera a bienes, en cuyo caso equivale a “atesorar, gozar, disfrutar”: “Tiene una inmensa fortuna heredada de sus antepasados”. También, puede referirse a una característica: “Tenía los ojos grises como su abuela” y “La casona tenía la misma fachada de la época en que fue fundada la institución”. Con esta acepción, puede también indicar la posesión o conservación en un lugar: “Lo tengo en el fondo del armario”.

Otras veces, nuestro verbo es equivalente a “mantener” y “sostener”: “Téngalo derecho, por favor”. Puede también ser sinónimo de “contener o comprender en sí”: “La nueva enciclopedia tiene diez tomos”; asimismo, puede tomar la acepción de “dominar” y de “guardar o cumplir”: “Tenía a los alumnos en un puño y no volaba ni una mosca en sus clases”. “Se lo garantizo, tiene desde ya mi palabra”. Si se une a la preposición ‘por’, toma el valor significativo de “considerar, juzgar, reputar, estimar”: “Siempre te he tenido por sensato y criterioso”. En este sentido, a veces se construye con la preposición ‘en’: “Te he reiterado que tengo en poco su opinión”.

Referido a conceptos como “vergüenza, miedo, hambre, calor, nervios”, significa “experimentar, sentir”: “Por un lado, tenía vergüenza por lo ocurrido y, por otro, tenía miedo por lo que podría pasar”. En cambio, va a significar “mantener una actitud” en relación con “cuidado, prudencia, consideración”: “No me tuvo la menor consideración”. “Le recomendé que tuviera prudencia”. También, en relación con los sentimientos, ‘tener’ equivale a “profesar”: “Tenía por ella una admiración y amor secretos”. “No podía disimular que tenía por él un viejo odio”.

Con los nombres que significan tiempo, ‘tener’ sirve para expresar la duración o edad de las cosas o personas de que se habla: “Su abuelo tiene ya una edad avanzada”. “¿Tendrás un ratito para mí?”.

En relación con los ejemplos planteados al comienzo, hay que considerar que, en ocasiones, ‘tener’ toma el valor del auxiliar ‘haber’; así, en lugar de decir, “Ya le he dicho que no proceda de esa forma” tomará mayor fuerza expresiva “Ya le tengo dicho que no proceda de esa forma”. Por otro lado, en el caso de usar la locución ‘tener + que + infinitivo’, lo que se desea expresar es obligación o deber, pues se denota la necesidad o determinación de hacer aquello que expresa la cláusula posterior introducida por ‘que’: “Los alumnos tienen que presentarse bien temprano”.

Escuchamos preguntar ‘¿esas tenemos?’ cuando queremos dar a entender reproche o enfado frente al proceder de otra persona: -Vino a recriminarte tu actuación. –Ah, ¿conque esas tenemos?”.

Si lo que se desea es recalcar la extrema pobreza o miseria de alguien, la locución coloquial que se utiliza es ‘no tener en qué caerse muerto’, que puede ser ‘no tener donde caerse muerto’: “Que no se muestre tan orgulloso porque no tiene en qué caerse muerto”.

Otras locuciones que incluyen el verbo ‘tener’ y que vienen encabezadas por el adverbio de negación ‘no’ son ‘no tener alguien nada suyo’, ‘no tener por donde agarrar’ y ‘no tenerlas todas consigo’. De la primera, podemos decir que se le aplica a quien es extremadamente generoso o manirroto: “José todo lo da o lo comparte, no tiene nada suyo”. Si decimos que una persona no tiene por donde agarrar o coger algo, se querrá significar, coloquialmente, que lo que tiene no posee nada bueno o que es de mala calidad: “No vaya a adquirir ese tipo de electrodoméstico pues no tiene por donde agarrarlo”. Y, por otro lado, si decimos de alguien que no las tiene todas consigo, estaremos aludiendo a su falta de cordura o equilibrio: “No me animé a encargarle la tarea pues advertí que no las tenía todas consigo”.

El título de la columna de hoy es ‘quien tuvo, retuvo’, locución que se usa para indicar que siempre se conserva algo de lo que alguna vez se exhibió, que puede ser belleza, bienes, gracia, gallardía: “Todavía causa admiración pues algo de belleza mantiene, ya que se cumple en ella aquello de ‘quien tuvo, retuvo’”.

El desprecio a una persona se expresa con la locución verbal ‘tener a menos’ que puede significar que se la evade, que se la ignora y hasta que se la humilla: “Fue muy triste observar su conducta porque siempre tenía a menos a quienes se le acercaban”. En cambio, ‘tener alguien algo que perder’ significa que una persona, digna de crédito y estimación, arriesga lo que posee: “Que no se meta en ese negocio porque puede tener mucho que perder”.

Otras veces, disponemos de muchos medios para lograr el éxito: en ese caso, podemos decir que ‘tenemos / llevamos las de ganar’: “Estoy absolutamente tranquila porque, en esta discusión, tengo las de ganar”.

Y si, en determinada situación, alguien se encuentra persuadido de algo, se dirá que lo ‘tiene para sí’, mientras que, si lo considera sobrentendido, la locución que se usará es ‘tener por dicho (algo)’: “Hay hermetismo total en torno a este asunto pues el involucrado tiene para sí los argumentos y su adversario guarda silencio porque tiene por dicha la verdad”.

Uno de los ejemplos planteados decía ‘tener al tanto’, cuyo significado comprendemos a partir de la locución ‘al tanto’, equivalente de “al corriente de, enterado”; esta frase aparece con ‘tener’, ‘estar’, ‘quedar’, ‘poner’: “Teneme al tanto de lo que vaya ocurriendo”. “En la charla, me puso al tanto de los últimos acontecimientos”.

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