La espera terminó y este lunes finalmente comenzó Gran Hermano 2025 con una gala de presentación cargada de emociones y sorpresas. Desde las 21.45 horas, los espectadores conocieron a los nuevos participantes, y algunos ya empezaron a dar de qué hablar.
Entre los concursantes se destacó Keila Sosa, quien rápidamente capturó la atención del público. La participante de 28 años se presentó como una persona que “primero habla y después piensa”, lo que puede jugarle una mala pasada. Es muy sensible, pero cuando se enoja no mide lo que dice.
“Nací para esto. Quiero ser famosa desde que tengo tres años. Yo me hice las lolas, pero la verdad que ya están bastante caídas. Tengo un problemita: “primero hablo, después pienso, y eso me juega muchísimo en contra porque soy muy impulsiva y viene de la mano con que soy muy dramática”, dijo en su video introductorio.
“Mi papá es el mejor del mundo pero es muy mujeriego, capaz que ni lo tendría que estar contando, pero bueno, no importa. Me va a molestar mucho la traición y la gente con complejo de víctima. No te gusta algo de tu vida, cambiálo, pero no te la agarres con los demás”, agregó.
Para finalizar, la nueva jugadora de Gran Hermano, oriunda de Tigre, y encargada de abrir la casa más famosa expresó: “Soy muy cholula, yo lo veo a Santi y ya me morí, no sé ni cómo le voy a hablar. La gente o me ama o me odia, no hay punto medio, igual a mí no me importa”.
Keila fue la primera en entrar y spoleó la cena
La joven, que es popular en redes sociales por su belleza, eligió su cama y se enteró de la cena antes que nadie, por lo que recibió a sus otros 23 compañeros, casi con las mismas palabras: “Vamos a cenar sushi” o haciendo que adivinen, a pesar de que por lógica, en cada comienzo del formato, el menú ha sido siempre el mismo.