Luego de conquistar a los espectadores porteños en la calle Corrientes y de arrasar durante el último verano en Mar del Plata, la premiada comedia “PerdidaMente” llega a la sala del Teatro Mendoza, hoy viernes 30 y sábado 31 de agosto, a las 22. La obra viene de ganar el Premio Estrella de Mar como mejor comedia dramática, en tanto Leonor Benedetto y Ana María Picchio recibieron los premios a mejor actriz. José María Muscari quedó nominado como mejor director y Mariana Tirante como mejor escenogafía, y el resto del elenco también estuvo nominado.
Las entradas ya están disponibles a través de entradaweb.com.ar con los siguientes precios: Planta Baja: 23.000 pesos, Palcos Bajos: 23.500 pesos, Platea Alta: 21.500 pesos, Palcos Altos: 22.000 pesos, Pullman: 20.000 pesos. Además, el domingo 1 de septiembre, a las 20:30, se presentará en el Auditorio Municipal Jorge R. Silvano, en Tunuyán, brindando una oportunidad imperdible para los habitantes del Valle de Uco. Las entradas se consiguen en la boletería del lugar. Platea Baja - Filas 01 a 12: 22.000 pesos. Filas 13 a 17: 20.000 pesos.
Esta feroz comedia sobre la inteligencia, bajo la dirección del reconocido José María Muscari, está protagonizada por Leonor Benedetto, Ana María Picchio, Iliana Calabró, Emilia Mazer y Mirta Wons.
La obra nos sumerge en la vida de una jueza de la Nación que, sintiendo que su mente no funciona tan bien como antes, decide reunir a las mujeres más importantes de su vida en busca de ayuda. La comedia explora de manera aguda y emotiva las complejidades del pensamiento y las emociones humanas, permitiendo al espectador verse reflejado en las mismas dudas que los personajes transitan en cuanto a la salud mental, los recuerdos y las decisiones: ¿Cómo funciona nuestra cabeza? ¿Cuánto influyen nuestras emociones en nuestras decisiones diarias? ¿Y cómo hacer para desconectar el cerebro cuando es necesario?
El planteo en escena enfrenta a la jueza con su hija, su hermana, su amiga y abogada y con su leal mucama, que siempre ha sido su verdadero sostén. Cada una, desde su lugar, plantea un punto de vista completamente distinto pero atendible, a la vez que comienzan a darse cuenta de que algo no anda bien. El elenco, compuesto por primeras actrices, garantiza una interpretación memorable que oscila entre la risa y la reflexión.
En una charla con Ana María Picchio, quien desarrolla uno de los roles centrales de la obra, hablamos acerca de su personaje, la importancia de tratar temas profundos con humor y el vinculo en un elenco exclusivamente de mujeres.
-Tuvieron una temporada exitosísima en el verano ¿Decidieron hacer gira después de eso?
Sí, nos fuimos a Mar del Plata en verano y ahí nos dieron los premios. Después volvimos a Buenos Aires y ahora empezamos la gira.
-¿Desde cuándo está en escena?
En la pandemia empezamos, que yo trabajaba con barbijo y las chicas me decían, “pero vos sos una ridícula la ridícula”. Y al final me contagié en Mendoza, fuimos para un acto con los veteranos de Malvinas re linda, terminó la reunión y me invitaron a comer, pero no fui porque no me sentía bien. Y ahí empecé con fiebre ¡y unos dolores! Así que volví al Buenos Aires directo al médico.
-¿Entonces empezaron finalizando la pandemia?
Sí, yo estaba lo más contenta en mi casa, disfrutando de no tener que salir, y me llamaron para laburar y les dije “no, yo de acá adentro no salgo”. “Anita por favor, esto se va a terminar y vos tenés que seguir trabajando”. Me hincharon tanto (Carlos) Rottemberg y (José María) Muscari, que salí con el barbijo en la cara. Ensayamos como dos meses.
-Son dos “peso pesado” los que te fueron a buscar
Sí, pero no sabés lo bien que yo estaba acá adentro. Me parecía que estábamos como hermanados en esa época. Algunos… otros no, sabés a qué me refiero.
-Conociendo la plaza mendocina, ¿Qué expectativas tienen con la obra?
Yo creo que les va a encantar a las mujeres, y los hombres vienen un poco por curiosidad, porque como saben que no hablamos mal de ellos, entonces vienen tranquilos. Es una obra que a cualquiera le interesa, porque quién no conoce una persona que esté con problemas cognitivos, por mencionar una cuestión puntual en la obra. Este asunto antes lo dejábamos en incógnita, no lo mencionábamos directamente para que la gente no se asustara, pero un día la crítica lo empezó a decir y realmente la gente para ver cómo es cómo se lleva adelante una persona con esta dificultad. Y como el teatro hace tomar distancia de las cosas, te podés reir. Después cuando llegás a tu casa decís “esto no me está pasando solamente a mí”. Además esto es una enfermedad que pasa, que hay que acompañar, tener conciencia. Son muchas las cosas que enseña la obra en términos de mensaje. Podríamos concluir que pese a todo eso, es llevadera y positiva la situación que plantea en la obra, porque tiene un final feliz.
-¿Cómo compusiste el personaje de la mucama, teniendo en cuenta que es el sostén de la jueza?
Pienso que cuando uno empodera con lo mejor a una persona que tenés de toda la vida, esa persona no te falla. Es de una humanidad la relación que tienen, que eso es lo que hace tierno, cuando uno llega a una situación así y encuentra una persona que no es ni tu hermana, ni tu hija, sino una persona de toda la vida que está a disposición tuya.
-Cuando te plantearon esta obra ¿qué pensaste?
Cuando me ofrecieron la obra no estaba el elenco, solo Leonor (Benedetto). Me dieron otro personaje que no me gustó, entonces, mi hija que es muy sabia, me dijo “decí la verdad mamá, que no te gusta el personaje”. Me preguntaron qué personaje quería, yo leí otra vez la obra y ahí me saltó la ficha. En realidad es el único personaje que yo puedo hacer porque me gusta, creo en esa relación porque mi madre ha tenido una relación así y esas cosas me encantan. Cuando uno logra tener una confianza así con una persona que no es de la familia, esos lazos que no se rompen con nada. Me encanta la vida cuando te cruza ante esa situación.
-Te calzó perfecto el personaje
Sí, sale bien. Ademàs a Leonor la conozco del Conservatorio, tenemos una una relación anterior
-¿Tenés la misma interacción con las otras actrices en escena?
Sí lo que pasa que cuando vos vas a ver una persona y la mucama se te enfrenta, ahí empieza el problema. Es gracioso, pero da rabia eso, porque una hija que no va nunca a ver a la madre, el día que va quiere entrar y ser la protagonista. Entonces es muy divertido.
-¿Comparten durante la gira o cada una está en la suya?
Dormimos, comemos, nos despertamos todas juntas, pero cada una está en lo suyo. Cuando era jovencita hice una obra que se llama “Mujeres” en la que trabajaban 30 mujeres, las protagonistas eran Susana Campos y Malvina Pastorino, y estaba la que fue novia de Gardel. Yo la llevaba todas las noches a la casa porque me daba lástima, era una viejita tan divina, que salía al final con un bastón y cantaba cosas de aquella época. Cuando la llevaba, yo no le decía nada para no molestarla. Me bajaba, le abría la puerta, y nos llevábamos muy bien. Y he trabajado con muchas mujeres, pero la cosa se complica cuando aparecen los hombres. Nosotras no nos podemos pelear porque nos devoran los de afuera.