Tras levantar la Copa del Mundo en Qatar con La Scaloneta, Lautaro Martínez sigue con su paso exitoso por el Inter de Milán, pero también invierte en gastronomía. En el día de su cumpleaños 26, es propicio mencionar que tiene un restaurante propio por lo cual ha sabido invertir cada euro ganado.
Junto a Agustina Gandolfo fundaron Coraje Milano, un restaurante que funciona desde mediados de 2022 en el centro de la ciudad italiana en la que residen desde que El Toro juega en el Internazionale.
La prensa local lo clasifica como un lugar donde “los sabores tradicionales de la cocina mediterránea se mezclan con los ingredientes y platos más deliciosos de la Argentina” o también se puede leer “Coraje es un innovador restaurante con alma cosmopolita que trae la magia y la poesía de la atmósfera sudamericana al corazón de Milán”.
Desde el desayuno, pasando por el brunch, el almuerzo o una media tarde, Coraje Milano ofrece una amplia variedad de propuestas durante todo el día con un menú especial diseñado por el chef peruano Ernesto Espinoza. De este modo, Lautaro incursiona en lo empresarial de la mejor manera.
El acento no está solamente puesto en los sabores típicos de argentina, como el asado y el dulce de leche, sino que se destaca el uso del pescado, como ocurre, en su tarta de atún y palta. Además, se destaca el uso de “productos frescos y naturales en un perfecto equilibrio nutricional: sin azúcares, conservantes ni aditivos artificiales”.
Los platos argentinos del restaurante de Lautaro Martínez
En el almuerzo, la carta es amplia. Desde el Provo Argentina (asado casero) o hummus de remolacha a platos principales a base de carne, hasta una entraña con verduras o la típica milanesa a caballo.
También se combina los distintos sabores en un ziti con genovesa de atún y tartare de aleta amarilla. Acá los precios son variados, arrancado desde los 7 euros hasta los 34.
Las propuestas de pastelería alternan postres clásicos como la marquesa, el pan con manteca, la torta de zanahoria o el pan de banana con torta de ricota. No puede faltar el dulce de leche que se hace presente en algunas opciones como el dulce de leche cheesecake que cuesta 8 euros, o los churros que se sirven con forma de chupetín.