Hace unos días se estrenó Gamer: una vida más, que tiene como protagonista a Nicolás García, el actor de 43 años de origen paraguayo que ya se ha lucido en ficciones como El Reino, El Tigre Verón y La 1-5/18.
En la nueva propuesta de Flow para el on demand, Nicolás se pone en la piel de Oscar, un exleyenda del gaming que, en medio de una crisis personal, intenta recuperar la gloria de sus años dorados junto a “Warriors”, un equipo formado por jóvenes que podrían ser sus hijos.
La comedia no sólo hace hincapié en el choque generacional entre Oscar y sus nuevos compañeros de equipo, sino también en esta “vuelta a la vida” del personaje, en la que el gaming se convierte en una oportunidad para salir de la oscuridad.
El protagonista de Gamer: una vida más, contó que, si bien conocía algo de ese universo, con la serie se interiorizó más, sorprendiéndose con la relevancia que tiene en la actualidad.
“Se hizo un mundial el año pasado justo cuando estábamos en rodaje. Esperamos que terminara para poder grabar de madrugada, pero, estuvimos ahí, los vimos. ¡Son rockstars! No podía creerlo. Me pareció una cosa de locos. Ver de cerca al mundo del gaming fue impactante”, aseguró.
En palabras de Nicolás, la serie muestra las dos caras de una misma moneda. Por un lado, aquella más “tradicionalista” sobre los videojuegos, que los toma como un pasatiempo o hobby; y por otro, la mirada actual que considera al gaming como un deporte, una profesión.
“Todavía cuesta entender que es un deporte, pero tiene que ver con algo que no entendemos. Si 30 años atrás venía tu hijo y te decía que quería ser futbolista le respondías que se iba a morir de hambre. Hoy se buscan posibilidades: ‘¿Dónde querés entrenar? Vamos que te llevo, siempre para adelante’. Se va abriendo, porque es novedoso y no comprendemos las consecuencias que puede tener. Es interesante ver todo lo que sucede en ese universo”, señaló.
Además, Nicolás aseguró que Gamer no sólo tiene de interesante que se sumerge en un mundo que no está tan explorado en la ficción.
Para el actor, también pone el foco sobre aquellas personas que han quedado olvidadas o apartadas por el crecimiento tecnológico: “Es algo que nos va a pasar a muchos ahora, con la inteligencia artificial, donde el trabajo del ser humano queda cada vez más relegado”.
Así, García presentó a Oscar, su personaje, un hombre que quedó segregado y que tuvo que buscar otras motivaciones para seguir viviendo. “Trabajaba en un cyber y era un rockstar. No obstante, con el avance tecnológico y la llegada de la banda ancha, que llevó a todos a jugar desde sus casas, quedó olvidado”, reseñó.
“A sus 40 años se reencuentra con su pasión pero todo está más evolucionado a nivel escénico. Sin embargo, intenta insertarse asociándose a gente 20 años menor que él. Su arco narrativo es buenísimo. El camino del héroe”, completó.
Charo López, la mamá anti de Gamer: una vida más
Charo López participa en la serie como la mamá de Sol, una de las compañeras de equipo de Oscar. Y como era de esperarse, se convierte en objeto del interés romántico de Nicolás.
VOS también pudo hablar con la actriz, quien describió a su personaje como “la mamá pesada, que no entiende nada”.
En relación a lo dicho por su compañero respecto a cómo la serie muestra las dos caras del gaming, Charo compartió su punto de vista como mamá en la vida real: “Es entender cómo convive la crianza con la tecnología y que los videojuegos no se vuelvan ni el demonio, ni algo buenísimo. Es aprender a controlar las horas, el cómo”.
“Con mi hija jugamos al Mario Kart un ratito, pero también hacemos otras actividades analógicas –reveló-. Pasa más por la compañía en ese momento y no por fantasmear a la tecnología como algo malo porque es algo bueno en muchas áreas. Y el entretenimiento es necesario. Para mí a veces es más sano jugar un jueguito, jugar un Mario Kart, que estar una hora en Instagram”.
Charo López asegura ser “militante de la fantasía”. “Todo me parece interesante en su medida, tiempo y lógica. Hay un fantasma alrededor de los videojuegos como que es una persona encerrada en su casa durante una semana comiendo sopa instantánea. La serie habla de chicos que juegan en equipo, en red, que se encuentran y son amigos”, señaló López, dejando de lado la mirada apocalíptica sobre los juegos en red.
Por otro lado, la actriz aseguró que tampoco tenía conocimientos alrededor del mundo de los deportes electrónicos y que la serie la llevó a develar algo nuevo. “Estuvo buenísimo. Fue muy flashero porque fuimos a una competencia real a grabar los últimos capítulos y fue como descubrir un planeta del que yo no tenía idea”, describió Charo, obnubilada.
Finalmente, López remarcó que, desde su punto de vista, lo interesante de Gamer está en cómo los códigos entre una generación y otra pueden cambiar abismalmente y generar un gran desentendimiento. “El personaje de Nico atraviesa los dos mundos y tiene que hacer un montón de cosas para sobrevivir. Me parece que mucha gente se puede sentir identificada, desde los jóvenes que juegan, los gamers con sus padres, y viceversa, los gamers que no son jóvenes”, cerró.
De qué va Gamer: una vida más
Gamer es una comedia de 8 episodios que cuenta el choque generacional entre Oscar, una ex leyenda de los videojuegos que intenta recuperar la gloria de sus años dorados, y los “Warriors”, su nuevo equipo de gaming formado por chicos que podrían ser sus hijos.
La serie fue realizada en coproducción con Planta Alta, el Ministerio de Cultura de la Nación y la secretaria de Medios y Comunicación Pública. Aterrizó en el on demand de Flow el 4 de mayo.
Cuenta con la dirección de Jonathan Barg y la producción general de Leandro Vital. Elenco: Nicolás García Hume, Charo López, Rocío Hernández, Yamila Ostrower y Francisco Bereny. Hay una participación especial de Martín Slipak.