Mi amigo el pingüino se estrena este jueves 12 de septiembre y es una de las más atractivas novedades de la cartelera cinematográfica del año, entre otras cosas, porque la producción de esta película de Hollywood tiene un aporte mendocino: el local Ramiro Navarro aparece en ella como coproductor.
Se trata de una película de aventuras familiar, pero a la vez, es mucho más que eso. Es un film encantador, con una historia simple y magistralmente contada gracias a las enormes actuaciones de Jean Renó y Adriana Barraza, un selecto elenco a la altura de los protagónicos y una fotografía maravillosa a cargo de Anthony Dod Mantle (ganador del Oscar por Slumdog Millionaire) que sumerge al espectador en dos mundos antagónicos: las costas brasileñas y los helados mares patagónicos narrando la historia de un pingüino desorientado que salva a un pescador de su naufragio personal tras sobrellevar una tragedia familiar que lo deja devastado durante años.
La película, que estrena en cines de Mendoza, además tiene algunos visos teñidos de documental, al introducir en la historia el desempeño de un grupo de científicos dedicados a estudiar el comportamiento de los pingüinos, acercando al espectador la posibilidad de conocer el hábitat y las costumbres de un animal cercano a nosotros —argentinos— en la geografía global pero muy difícil de concretar en la realidad. Es más probable que vayamos a Chile de vacaciones que a la Patagonia a ver pingüinos.
Mi amigo el pingüino está dirigida por David Schurmann, escrita por Paulina Lagudi Ulrich y Kristen Lazarian. Se basa en la historia real del pescador João Perei de Souza, quien descubre un pingüino herido flotando solo en el océano, a la altura de Isla Grande, cubierto de petróleo de un derrame. João rescata al animal y lo rehabilita, forjando una amistad poco convencional, mientras los cientìficos de la patagonia se preguntan dónde puede estar el espécimen que falta.
En este sentido la historia se apoya en Global Penguin Society (GPS), la organización internacionalmente reconocida y liderada por el argentino Pablo “Popi” Borboroglu, que dentro de sus múltiples proyectos de investigación, lleva a cabo un monitoreo en tiempo real de la migración invernal anual de pingüinos como DinDim.
En la película, entre los investigadores se encuentra Carlos, el personaje que encarna Nicolás Francella, que en una charla con Los Andes habló acerca de su experiencia en una producción internacional y de la conformación de su personaje, quizá el más pragmático y menos romantizado de la historia. “Es el más escéptico con todo lo que está sucediendo en esa historia entre el pescador y el pingüino que se viralizó”, analiza de entrada, en una entrevista por zoom. Y continúa “yo estoy un poco más desconectado con esa empatía que están teniendo mis dos colegas que son los personajes de Alexia y Rocío”.
Alexia Moyano, también argentina, interpreta a Adriana, la líder del grupo de investigación, quien rápidamente comienza a notar un comportamiento inusual en uno de los pingüinos, secundada en su sorpresa y entusiasmo por Stephanie, personaje encarnado por Rocío Hernández, la tercera argentina del elenco.
“A mí me llega por medio de un productor argentino que vive en Los Ángeles y que está asociado con la película. Primero me cuenta que tiene adaptada una historia real para hacerla en cine, con mucho entusiasmo y con mucha seguridad de tener un gran proyecto entre manos” recuerda Nico Francella consultado acerca de cómo llegó a ser parte del elenco. “Una vez que me mandó el guion y lo leí, conecté muchísimo con la historia. Después por medio de un casting y tras unas semanas me terminaron confirmando que era parte del proyecto”.
La película fue filmada en inglés (en algunos pasajes con niños brasileños debió ser doblada) y le consultamos a Nicolás cómo se manejó en ese sentido o si necesitó apoyo con el idioma. “Obviamente pasamos por un proceso de doblaje para pulir algunas cosas, aunque no había una exigencia de sonar nativos. La verdad es que la producción americana siempre estaba bastante satisfecha luego de toma y toma. Yo toda la vida estudié inglés, pero con el tiempo, si no lo practicás se oxida un poco. Así que me venía preparando casualmente con una profesora”, aseguró.
El actor argentino desarrolla su personaje en la Patagonia, mientras los protagonistas se encuentran en Isla Grande, Brasil, por lo que Francella no tuvo oportunidad de cruzarse con el francés Jean Reno. “No tuve la oportunidad de conocerlo ni de compartir un momento de rodaje. Y por un tema laboral tampoco puede viajar a la Premiere en Los Ángeles así que no pude conocerlo”, cuenta, un poco decepcionado, pero con una mirada que guarda alguna esperanza.
La película, que ya se estrenó en cines de Francia y de Estados Unidos el 7 y el 16 de agosto respectivamente, no pasará por plataformas y tampoco está previsto que participe de Festivales. “Creo que es una película para que se vea en cines por su naturaleza, la frescura que tiene y por los paisajes”, recomienda el actor, que además aseguró que las escenas son en su mayoría con animales reales, con una mínima digitalización.
“Querían que nosotros trabajáramos así, con tres o cuatro especímenes que estaban cuidados por los especialistas. Era una decisión absoluta de trabajar con un pingüino real, así que toda la atención estaba en ellos, estaban cómodos y no hubo ninguna situación que los haya estresado”. En ese sentido aseguró que “fue muy simpático estar con ellos, conocerlos y aprender a maniobrarlo, en definitiva trabajar con una animal al que no estás acostumbrado”.
En lugar de crear pingüinos artificiales mediante animación, los cineastas aprovecharon las inimitables y divertidas personalidades de un grupo de pingüinos rescatados (que no pueden regresar de manera segura al océano), priorizando su bienestar y felicidad. Esto permitió que surgieran vínculos orgánicos y profundos entre los actores y estas encantadoras aves. El resultado es una experiencia sincera que es a la vez épica, ambientada en la grandiosidad y la salvaje naturaleza del mundo marino, e íntimamente similar a una fábula.
Consultado acerca de otros proyectos, el actor se refirió a una serie española que por estos días se está estrenando en Argentina “Hace un año que salió por Movistar Plus y hace muy poquito empezó acám se puede ver por flow, que se llama Galgos. Hago una participación del personaje de Oscar Martínez joven”. Cabe destacar que la serie comenzó con muy buenas críticas y es una de las recomendadas de los sitios especializados.
Por otro lado Nicolás Francella adelantó: “Estoy viajando para Chile a filmar una serie que se llama La casa de los espíritus, está basada en un libro de Isabel Allende. Así que estoy preparando un poco también el acento, y con entusiasmo para ya empezar”, aseguró a la vez que prometió hacerse una escapada a Mendoza para disfrutar del paisaje y los vinos en algún momento libre del rodaje.
La palabra del director y los protagonistas
En la sinopsis enviada para la difusión y promoción de la película, hicieron llegar algunos comentarios de David Schurmann, director del film, de Jean Reno y Adrianna Barraza, quienes encarnan al matrimonio responsable del cuidado del animal.
El director David Schurmann teje su experiencia personal de haber vivido desde niño cerca del océano con su predilección por contar historias que emocionan.”Mi Amigo Pingüino está basada en una maravillosa historia real que asombró al mundo, pero lo que vi en ella fue una hermosa fábula atemporal. Mi esperanza es que el público se sumerja en esta aventura transformadora que se desarrolla entre el pescador João y el pingüino DinDim y que conecte con personas de todas las edades y procedencias. Nos propusimos hacer una película que no solo fuera divertida, entretenida y visualmente emocionante, sino que capturara algo más profundo sobre el amor y el encantamiento que el mundo natural nos regala”.
“Me sorprendió que fuera una historia real”, dice por su parte Jean Reno. “Parecía casi un cuento de hadas que un pingüino fuera capaz de evocar tanto amor en un pescador solitario que le había dado la espalda al mundo. Fue una lectura hermosa y conmovedora”.
Adriana Barraza encarna a María, una mujer que ha superado dificultades, pero sigue siendo ferozmente leal a João, incluso si no está segura de que las cosas entre ellos puedan recuperarse. “La vida de María cambió en un instante”, explica la actriz. “Sobrevivió a lo que parecía insuperable y siguió amando a su marido, pero su matrimonio se convirtió en un mero trámite. De repente, ve la oportunidad de una vida que es mucho más que pasar el día. Ve que puede volver a divertirse con João. Personalmente conozco a muchas Marías, mujeres que sienten que apenas sobreviven después de la pérdida. Y en mi corazón, quería llegar a ellas en este papel, para decirles que incluso cuando todo parece perdido, una persona puede volver a amar de verdad la vida”.