La consagrada artista uruguaya de nacimiento, pero argentina por adopción, habló recientemente con revista Gente sobre el método “anti-tecnología” que aplica en la crianza de su hijo, Merlín Atahualpa, para lograr que pase el menor tiempo posible jugando con los diferentes artefactos.
“Es un poco contarle desde chico. Todos los pibes tienen tablet, celular, están pegados a la tele, es la época. Y cuando empezás a investigar, a escuchar, a leer y te ayudan a entender lo que significan para ellos las pantallas, te das cuenta de que lo mejor es tratar de que las eviten cuanto antes, así van a encontrarse con la posibilidad de disfrutar otras cosas...”, comenzó explicando la cantante y actriz de 46 años.
“Ven la luz de la pantalla y se quedan pegados, activos, con las pupilas dilatadas. ¿y qué hacen luego con tanta información, con semejante dosis de adrenalina que reciben? bueno, cuando todo eso no está, aparecen otras cosas relacionadas a lo manual, con el espacio natural, con juegos y con lecturas”, prosiguió narrando en conversación con el citado medio la esposa de Ricardo Mollo.
La también conductora, dio más razones por las que tiene este método anti tecnología con su único heredero, que nació en 2012. “Si le damos las pantallas, se va a aburrir cuando le propongamos hacer carpintería, origami, andar a caballo. A nosotros nos hace bien como familia la forma que elegimos”.
“Cuando los chicos se relacionan mucho con la tecnología es difícil poder abrirles opciones. Ya van a tener tiempo, porque hoy un adulto no se puede mover sin ella; soy consciente de eso. Pero mientras podamos evitarla con nuestro hijo, sentimos que puede transitar una infancia más simple”, cerró Oreiro, manteniendo su postura e incluyendo que parece ser una decisión con su esposo.