En una trama digna de novela, Nahir Galarza, la joven de 25 años que cumple una el asesinato de su entonces novio Fernando Pastorizzo, ha encontrado el amor en un lugar insólito: la cárcel.
Hace casi seis años que la entrerriana está detenida en la Unidad Penal Femenina 6 Concepción Arenal, pero su presente se ha visto revitalizado por la presencia de dos personas clave en su vida. Una de ellas, de manera particular, es un nuevo novio.
Su abogado, José Ostolaza, confirma que Galarza está en condiciones de solicitar un traslado para poder ver a este chico, que es recluso de la Unidad de Varones 1 Juan José O’Connor, situada a pocos metros de la suya.
Las Unidades Penales 6 y 1 están situadas en una zona residencial de Paraná, creando un contraste peculiar. Los vecinos, acostumbrados a la presencia de las prisiones, describen el barrio como tranquilo. “A Nahir la vimos salir varias veces, y yo hace unos meses me la crucé en el Hospital San Martín. Si la ves, no podés creer que está presa. Está impecable, una diosa”, comenta una vecina.
Las dos personas que mantienen de pie a Nahir Galarza
Esta historia de amor comenzó en un entorno poco convencional: las clases de Programación Informática que ofrece la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) dentro de la prisión. “Se llama Ayala. Se conocieron porque comparten las clases juntos”, reveló un guardiacárcel que prefiere mantenerse en el anonimato.
La relación es conocida dentro de la prisión y entre los vecinos de la zona, que ven con frecuencia a Nahir trasladándose junto a otras internas. “Es una relación”, confirma Ostolaza, y añade que para que puedan verse, se requiere una autorización judicial que permita lo que se conoce como visita higiénica.
Además de este joven, del que no se sabe mucho, Nahir Galarza ha forjado una estrecha amistad con Yanina Lescano, una interna con quien compartía sus días. “Ella es muy reservada sobre su vida diaria, pero en conducta tiene un 9, estudia y trabaja en la panadería del penal”, comenta Ostolaza.
La amiga de Nahir ahora se encuentra con prisión domiciliaria por lo que sus encuentros son periódicos, pero la relación no ha cambiado, según afirman.