Esta nota, más que un repaso por la vida de Mirtha Legrand y su tan ansiado regreso a la televisión, iba a ser una entrevista que no se dio. Desde hace un tiempo “la Chiqui”, como la conocemos todos, está con un problema de voz que provocó el retraso del debut, que tendría que haber sido hace algunas semanas, y la charla que estaba pautada con la prensa.
Con la fragilidad propia de los años, su equipo decidió cuidarla al máximo. Y si bien se llegó a especular con que la grabación no se haría, se supo que finalmente Mirtha grabó el programa que se emitirá este sábado a las 21.30 hs y contará, nada más y nada menos, que con la pareja y la figura del momento: Javier Milei y Fátima Flórez.
De cara a las elecciones presidenciales, la figura de Milei es una de las más requeridas. Después de la sorpresa en las PASO en donde se consagró como el candidato más votado, las encuestas lo posicionan, casi, con los mismos guarismos, como el ganador, o uno de los que puede disputar el poder en un posible ballotage. Y con él, ¿la futura primera dama?
Hay una frase que dice que uno siempre vuelve al primer amor. En este caso, la pareja vuelve a donde nació todo, porque muchos aseguran que fue en la mesa de Mirtha en donde floreció el amor. Recordemos que fue en la mesa de “La noche de Mirtha”, en el mes de diciembre, donde se conocieron y se habrían flechado mutuamente.
Ella en pareja y él con el fantasma de la cantante Daniela aun dando vueltas, se dieron un tiempo para salir y blanquear su relación. Ella, no sin antes separarse, de manera polémica, de su marido y mánager, Norberto Marcos.
La vuelta de la Legrand, la vuelta de un ícono a la televisión
En una televisión rara, que ha perdido su reinado frente a las plataformas de streaming y las aplicaciones en las que uno puede acceder a contenido on demand, la vuelta de Mirtha Legrand no es menor.
Primero porque significa que estamos ante la temporada 55 de los almuerzos, después devenidos en cena, que acompañaron el crecimiento de generaciones enteras. Los que rondamos los 40 o más, sabemos la música que todos los días marcaban el mediodía.
Una mujer, con vestidos increíbles y peinados gloriosos, nos convidaba a comer con ella y sus invitados. Políticos, actores, músicos y famosos en general pasaban por la mesa de Mirtha, y era, imagino, haber tocado el cielo con las manos.
No cualquiera se sentaba en esa mesa, que nació en 1968 como “Almorzando con las estrellas”. Con el tiempo se fue volviendo más frívola, pero igual supo dejarnos memorables como el famoso “la carita, ¿quién le hizo la carita?”, o “Yo no necesito de vos para tener audiencia, Silvana Suárez”, en el momento que la Miss Mundo del año 78 se paraba de la mesa y se iba, tras las incomodas preguntas de la anfitriona sobre su divorcio con Julio Ramos.
Hubo otros momentos memorables, como cuando el humorista Fernando Peña se puso un revolver en la boca y luego le apuntó a Mirtha, o cuando casi se incendia el estudio por la torta de cumpleaños que le habían preparado al maestro del terror argentino, Narciso Ibáñez Menta. El epítome de los años 90 fue ver a Carlos Saúl Menem bailando junto a una odalisca.
Podríamos seguir horas evocando momentos y recuerdos de una mesa récord, que tuvo sus épocas de gloria y sus bajas, pero siempre comandada por ella, la reina de los almuerzos, la siempre eterna y fabulosa Mirtha Legrand.
Muchos podrán, en este punto, decir que ahora comparte el reinado con su nieta Juana Viale, quien “se puso la diez”, como dicen en el barrio, y se hizo cargo de los almuerzos y las cenas, ya instalados los fines de semana, durante la época de pandemia.
Juana ha demostrado que tiene todo para ser la heredera, pero por más belleza, carisma y actitud, le falta ese ángel que sólo tiene Mirtha y que supo descubrir, en buena hora, su marido Daniel Tinayre.
Habrá quienes la aman y quienes la odien, pero una cosa es segura, nadie puede dejar de admirarla. Se podrá está de acuerdo con sus ideas políticas o su ideología, pero es una mujer que no paró de trabajar un solo día, y hasta el día de hoy demuestra que no tiene límites.
Conoce detalles íntimos de sus invitados y está al tanto de las últimas novedades sobre su carrera, ya sea política, actoral, o de la índole que sea. Lee, investiga y se ocupa por saber. Lejos de la imagen de distraída, o “caída del catre”, como también dicen en el barrio, con la que se la asocia a Susana Giménez, Mirtha es una mujer sabia y conocedora, cualidades que se adquieren con los años y la lectura.
No tuvo una vida fácil, pero desde lo artística ha sido recompensada. La Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (APTRA), le otorgó a Mirtha Legrand el Martín Fierro de Oro, de Brillantes y de Platino, siendo la primera en ganar estos últimos galardones.
Tal vez, Rosa María Juana Martínez Suárez, en su Villa Cañás natal, nunca imaginó este futuro, o tal vez sí. Nosotros conocimos a Mirtha Legrand, la gran Mirtha. Carlos Schlieper, quien bautizó a “la Chiqui” como Legrand, fue un visionario. La carrera de Mirtha estaba destinada a lo grande, y no iba a existir un “carajo, mierda” que la opacara.
Mirtha vs Andy, una lucha cuerpo a cuerpo
Del otro lado de la vereda, en Telefé, Andy Kusnetzoff y la producción de “PH” tuvieron que ponerse a pensar con qué competir contra Mirtha, que tiene un numerazo asegurado, no sólo por sus invitados, sino por ella misma. Todos, sí todos, quieren verla en su regreso, y cómo está su estado de salud, después de muchas especulaciones, una operación cardíaca, y sus años.
Para plantear pelea, Andy convocó a Daniela Celis, ex participante de gran hermano, que está un momento de plenitud, disfrutando de su embarazo de gemelos, o gemelas. Tal vez el gancho sea que, en este programa, la joven que está en pareja con Thiago Medina, otro ex GH, diga el sexo de sus bebés.
Otra invitada es La Joaqui, quien actualmente está como jurado en “Got Talent Argentina” y viene de protagonizar alguna que otra polémica. Joaquin Levinton, Gastón Edul y Facundo Arana, completan la lista de invitados.
Siendo analíticos, ninguno representa una amenaza para Mirtha, Milei y Fátima Flórez, y el morbo de, no sólo verlos juntos, sino escuchar al siempre polémico candidato, quien el domingo deberá someterse a la segunda ronda del debate presidencial.
Mirtha y una televisión antipática, el desafío que la espera
Después del manoseo de canales, propuestas y amenazas de salir hasta por YouTube, Mirtha se queda en El Trece. La salida de Marcelo Tinelli de esa pantalla y su desembarco, como director artístico de programación, en canal América debe haber sido un factor en la pelea de Nacho Viale, nieto y productor de Mirtha, con Adrián Suar, gerente de programación de América.
Si bien Suar tiene grandes conductores y el mega éxito de “Los ocho escalones” con Guido Kaczka, no podía, ni debe haber querido, darse el lujo de perder a Mirtha Legrand, quien, insistimos, se enfrenta a una televisión difícil, apática y antigua.
Antigua en el sentido de que quienes miran televisión, que se toman el tiempo de sentarse a mirar televisión, son los más grandes. Hoy, los más jóvenes consumen lo que quieren, cuando quieren, y lo más importante de todo, en dónde quieren.
En ese marco, Mirtha tiene todas las de ganar. Ella le habla a su público, el de las señoras y señores que ven en ella una referente, y a quienes les pueda llamar la atención alguno de sus invitados. Tal vez los números no acompañen, pero ¿a quién sí?
Salvo a Gran Hermano, los números de la tele van cayendo al abismo del, no quisiera decir olvido, pero sí del desgaste, del desinterés. Hoy, el desafío de Mirtha es titánico, pero ya están posados sobre ella los ojos de un país, esperándola.
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