Con más de 70 años, Meryl Streep es una de las actrices más conocidas del mundo cinematográfico y no para de generar cada vez más contenidos. Su talento la ha llevado a incursionar distintos géneros, pero hay un deseo que nunca ha podido cumplir por completo.
Entre la gran cantidad de películas que ha logrado, se destaca un detalle muy particular: la música. Desde su participación en “El último show” como en “Mamma mía! La Película”, la blonda ha demostrado que tiene talento para la música también.
Esto se debe a que el gran sueño de su vida siempre fue ser cantante lírica. Tiene una habilidad innata y naturalidad para desarrollarse en este ambiente e intenta sumarlo siempre que puede su trabajo.
La artista de Nueva Jersey recibió durante su juventud lecciones de ópera gracias a la perseverancia de su madre, pero años después las dejó para enfocarse en su verdadera pasión: la interpretación.
“Me gusta mucho cantar. De niña, tomé clases de ópera, pero luego, en el instituto, ese camino musical se truncó porque empecé a hacer clases de cheerleader y empecé a fumar. Lo relevante es que la música y el canto abren líneas directas al corazón”, comentó en una entrevista que dio en una edición del Festival de Cannes.
Es así que siempre la música tuvo un papel importante en la vida de la actriz. A lo largo de su carrera, ha desempeñado varios papeles vinculados con el ámbito musical, como el de guitarrista de una banda de rock en ‘Ricki’ (2015), dirigida por Jonathan Demme, y el de cantante soprano en la película británica ‘Florence Foster Jenkins’ (2016), dirigida por Stephen Frears.
Meryl Streep y sus increíbles premios
La intérprete ha recibido la Palma de Honor por su trayectoria artística en la 77ª edición del Festival de Cannes. Meryl Streep, quien ya fue galardonada como Mejor actriz en el Festival de Cannes de 1989 por su papel en ‘Un grito en la oscuridad’ (1988), acumula un amplio repertorio de premios cinematográficos, entre los que destacan tres Oscars, ocho Globos de Oro y dos Premios BAFTA.
Estos los ha ganado gracias a sus icónicos papeles en películas como ‘Kramer contra Kramer’ (1979), ‘La mujer del teniente francés’ (1981), ‘La decisión de Sophie’ (1982), ‘El diablo viste de Prada’ (2006) y ‘La dama de hierro’ (2011).