Siempre creando y en movimiento, para Mauro Cano el camino no tiene ataduras, sino las enseñanzas y resultados propios del proceso de un artista autodidacta.
Actualmente, el artista plástico mendocino expone junto a Juan Castillo la muestra “Diplopía”. Una serie de pinturas, en su mayoría inéditas, que forman parte de la última etapa de trabajo de Cano. La figura humana y el paisaje como punto de partida en la fotografía, que luego se convierte en pintura son su búsqueda más personal, que evolucionó con el tiempo y resignifica la técnica del realismo.
La exposición está abierta al público, de lunes a sábado, en el Espacio de Arte Trivento hasta marzo. En el recorrido, Cano propone una mirada sensible y cercana de situaciones cotidianas.
“Una de las series es” Viaje a la costa Argentina”. Esta es la más reciente en la que me he involucrado. Aquí busco captar de manera muy suelta, sugerida, y sin pretensiones; momentos y atmósferas que suceden en la playa. Miradas, juegos, silencios, instantes de reflexión, el amor, la soledad. Pero principalmente la conexión individual y subjetiva del ser humano en su momento junto al mar. Otro puñado de pinturas que puede verse en la exposición es la serie “Post-mortem”. Tres obras que dan inicio a una búsqueda más introspectiva y reflexiva sobre la existencia terrenal, jugando con poesía e ironía”, cuenta el artista sobre las obras que conforman la reciente muestra.
Para culminar la exposición, Cano eligió la serie denominada “Mensajes en la Pared”, en las que plasma lugares abandonados y en la imagen se denota el paso del tiempo. “Aquí estoy yo, totalmente hecho pintura y desnudo frente a todos. Desde lo técnico son mi pequeño desafío pictórico y desde lo personal el espacio donde encuentro un silencio parlante que me conecta con mis lugares íntimos”, sostiene sobre estas pinturas y el proceso.
- En el proceso de tu trabajo como artista y con el realismo, ¿Cuál es tu actual búsqueda?
-Actualmente estoy transitando por un realismo cada vez más personal y sin academias establecidas. Mi camino siempre fue solitario; casi autodidacta. Y esa libertad, como la de un niño jugando entre los árboles, fue marcando mi camino pictórico. Por eso me cuesta mucho decir: soy “hiperrealista”, soy “neoimpresionista”. La verdad es que soy un artista que pinta lo que siente, que cambia cuando se aburre, que busca nuevos temas que pintar, que quiere emocionarse todo el tiempo. También soy caprichoso y egoísta, por eso sólo pinto lo que quiero y me gusta.
-En este caso expones en el Espacio de arte Trivento. ¿Qué opinas sobre estos espacios que hace años se abrieron para mostrar el arte de los mendocinos?
-Para mí es un gusto personal poder compartir una sala de arte con un amigo y artista que admiro y respeto tanto, como es Juan Castillo. El lugar es muy luminoso, las obras se exhiben con mucha coherencia y profesionalismo. Poder cuidar estos espacios expositivos que tenemos en Mendoza es muy importante, ya que el turismo relacionado al vino, es una pequeña puerta a la mirada de otros argentinos y también a personas de otros países. Tenemos mucho arte en Mendoza para mostrar.
-Como exponente de las artes plásticas en Mendoza ¿Cómo ves la escena y las políticas culturales al respecto?
-Creo que Mendoza tiene una calidad de artistas increíbles. Miro y admiro mucho el trabajo de mis colegas mendocinos. Están surgiendo iniciativas, tales como la asamblea de artistas visuales en Mendoza, para que las políticas públicas y privadas, valoren y tengan coherencia respecto del lugar que ocupamos todos los trabajadores de la cultura. No quisiera opinar de cuestiones políticas puntuales, me interesa que el arte y la cultura puedan ir de la mano con el gran talento y la fuerza de trabajo de los artistas mendocinos de todas las disciplinas.
-¿Qué otros proyectos tenés para este año?
-Hoy en día tengo la cabeza llena de ideas y ganas de trabajar en lo que siento que es mi pasión. La pintura no duerme nunca, a veces se concreta con pinceles, y otras veces se plasma en imágenes mentales que solo quedan en mí. Intento capturar y ordenar todo ese imaginario para poder traspasarlos al lienzo. Mis próximos proyectos tienen que ver con concretar series completas y poder exhibirlas conceptualmente. Espero también poder continuar con la enseñanza en mi taller, compartir el camino del aprendizaje de otros en la pintura y la pasión por transmitir mi saber para que pueda circular, abriéndose sin quedar encerrado en mí.
Diplopía, el diálogo de dos artistas
La muestra Diplopía une a Mauro Cano y Juan Castillo, en el Espacio de Arte Trivento.
“El realismo como recurso, que se atreve a desprenderse de las estructuras preestablecidas, se plasma con intensa libertad plástica. Dos artistas que nos des-ordenan la realidad que creíamos conocida, sumergiéndonos en mundos paralelos. En este diálogo, los espejos se enfrentan generando una multiplicación infinita de la imagen, resultando en la potenciación individual y mutua de las obras”, es parte de la conclusión de la curadora de María Paula Carrieri.
La exposición está abierta al público de lunes a sábado, de 10 a 16 horas, en Espacio de Arte Trivento (Ruta 60 y Jerónimo Ruiz, Maipú). Hasta fines de marzo, con entrada gratuita.