En Masterchef cada vez quedan menos participantes y ya están empezando a saltar los primeros chispazos de la competencia, entre los cocineros. Este lunes, Estefanía se sacó durante la compra del mercado y al grito de “¡cero compañerismo!”, lanzó una filosa observación: “parece que empezó la competencia”.
La final de Masterchef está a la vuelta de la esquina. Con la salida de María Sol, sólo quedan 7 participantes y ahora sí, entre ellos está el ganador. Los desafíos son cada vez más traicioneros y ellos con el 100 porciento no les alcanza, tienen que dejarlo todo en la cocina, sin importar qué le pase al lado.
Hasta ahora todo era armonía y paz entre los participantes de Masterchef, pero este lunes se empezó a poner más áspera la relación. La que se sintió más perjudicada y, de alguna manera, traicionada por sus compañeros, fue Estefanía que a la hora de ir a buscar carne, siendo la única obligada a cocinar con este ingrediente, vio que sus compañeros arrasaron con la heladera y empezó a los gritos.
El desafío propuesto por el jurado tenía que ver con cocinar viandas, pero tenía una parte lúdica y es que los participantes tenían que hacer girar una rueda para ver qué les tocaba. El azar le dio a Rodolfo platos veganos, a Silvana comida para niños y a Estefanía, platos con carne.
Cuando Wanda Nara dio la orden de pasar al mercado, todos corrieron a la heladera de las carnes y atrás quedó Estefanía, que encima se tropezó en su corrida. Al ver a todos agolpados al fondo, la cocinera los alertó. “Chicos, yo soy carne, así que tengo prioridad. No me dejen sin carne”. Claro que cuando llegó sólo quedaba una bandejita con bondiola.
“Estoy muy enojada. Cero compañerismo”, lanzó furiosa la cocinera dentro del mercado mientras sus compañeros hacían un silencio incómodo, como el del que sabe que se mandó una macana y no dice nada. Wanda Nara entró y fue derecho a preguntarle a Estefanía qué había pasado.
La participante le contó lo que pasó, su compañeros seguían mudos, y ahí fue cuando soltó una frase que sonó más a una declaración de guerra. “Está bien, empezó la competencia”, le dijo la cocinera amateur a Wanda.
El canje de la carne
Cuando estaba promediando el tiempo de compra del mercado, Antonio se acercó a Estefanía y le propuso cambiar su carne molida por la bondiola que ella tenía. El trueque fue satisfactorio y ambos salieron con nuevos cortes de carne hacia sus estaciones.
Al llegar a sus cocinas, Aquiles se dio cuenta que no tenia hierbas y desde la otra punta, Estefanía dijo: “yo tengo, pero no te voy a prestar porque no fuiste compañero”. Aquiles se acercó a la estación de la participante para intentar un trueque de carnes y de paso llevarse hierbas, pero no lo logró y volvió a su cocina con lo mismo que ya tenía.
El sermón de Germán Martitegui en la noche negra de Estefanía
Cuando llegó el momento de presentar su plato, Estefanía llegó adelante de los jueces con viandas de bolognesa con huevo frito. Con una pésima administración de los tiempos, la cocinera no alcanzó a terminar su lasagna y por lo tanto, no sólo no le dieron por cumplida por la consigna, sino que además la liquidaron y Germán Martitegui la sermoneó.
“Nadie tiene por qué guardarte nada de carne” comenzó diciendo el jurado, para después seguir retándola por su poco criterio al momento de escuchar las recomendaciones de los jueces, que varias veces le advirtieron que su plato iba encaminado al desastre. Por último, Martitegui le criticó la sonrisa con la que estaba escuchando la nefasta devolución de su comida.
Se viene una semana complicada para Estefanía que necesita de las estrellas para seguir en competencia y no irse el próximo domingo en la gala de eliminación.