Mariana Fabbiani, en su semana debut en el programa DDM de América TV, reveló en entrevista con Jorge Lanata un curioso secreto sobre su vida en pareja con Elba Marcovecchio.
Entre risas y confesiones, revelaron un excéntrico adorno en el living de la casa de ambos: un enorme oso de peluche bautizado como “Jeremías”.
Según Mariana, el oso mide dimensiones impresionantes, y aunque el periodista quiere sacarlo de allí, su esposa se niega rotundamente.
El oso gigante se ha convertido en un protagonista singular de su hogar. Mariana Fabbiani, durante la entrevista, exclamó sorprendida: “¡Pero no saben el tamaño del oso!”.
A lo que Jorge Lanata respondió: “El oso está bajo protesta”. Y Mariana agregó: “El oso está sentado en el medio del living pero es un oso gigante, nunca vi uno tan grande”. Elba, por su parte, añadió orgullosa: “Lo mandé a hacer. Se llama Jeremías”.
Jorge Lanata y Elba contaron cómo empezó su amor
Pero la nota no se detuvo allí, ya que Mariana, queriendo conocer más detalles de la vida de la pareja, indagó sobre cómo se conocieron.
La historia de amor entre Jorge Lanata y Elba Marcovecchio se remonta a un inusual encuentro en un juicio en el que ella representaba a Flor de la V y él estaba del otro lado.
A pesar de no prestarse atención en ese momento, dos años más tarde, Elba, que estaba interesada en un tema de libertad de expresión, le pidió a un amigo en común el correo de Lanata para realizarle una entrevista.
El destino quiso que la entrevista fuera cara a cara. Jorge Lanata contó divertido: “Una tarde aparece en mi casa. No la esperaba. Dije ‘¿Qué Elbita? ¿Quién es Elbita?’... Aparte un nombre horrible”.
Sin embargo, Elba se quedó, y esa reunión casual se extendió durante dos horas y media. A partir de ese momento, el romance floreció, y como Lanata confesó, ella fue quien quiso casarse: “Para ella era importante la Iglesia y pensé bueno, nos metemos en este quilombo”.
La pareja ha construido una relación sólida, llena de risas y complicidad. La anécdota del oso gigante, que Elba mandó a hacer con cariño, parece ser un reflejo de la excentricidad y la diversión que comparten.