La reconocida actriz María Valenzuela se encuentra internada en una clínica de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, debido a un cuadro severo de angustia y estrés. Valenzuela, quien lleva años enfrentando graves problemas de salud, ha experimentado una serie de episodios que han afectado profundamente su bienestar, desde un accidente de tránsito junto a su hija hasta una mala praxis odontológica que le provocó serios problemas para dormir y alimentarse de manera adecuada.
En 2013, Valenzuela y su hija Malena sufrieron un accidente en Tortuguitas cuando un vehículo Chevrolet S10 impactó contra su auto. A partir de ese momento, la actriz comenzó a experimentar graves problemas de salud, que incluyó una profunda depresión que llegó a afectar su peso, llevándola a pesar solo 38 kilos. Este fue solo el inicio de una serie de complicaciones físicas y emocionales que han marcado su vida en la última década, y que la han llevado en varias ocasiones a buscar ayuda profesional para su recuperación.
Hace aproximadamente un año y medio, en una entrevista con Gastón Pauls para el programa Seres libres, Valenzuela habló abiertamente sobre sus problemas de depresión y su dependencia del cigarrillo, donde reveló que estos factores han sido obstáculos difíciles de superar en su vida. “Tuve un episodio de depresión por un campo que quería hacer, un proyecto de restaurante de hotelería, y me fue muy mal. Perdí todos mis ahorros. En ese momento caí en una profunda depresión, y yo misma le pedí a mis hijos que me internaran”, confesó Valenzuela.
La actriz ha descrito su batalla contra el dolor emocional con una metáfora poderosa, refiriéndose a sí misma como “un ave Fénix”. Asegura que su historia ha sido una constante de “caer y volverse a levantar”, un ciclo en el que ha aprendido a convivir con sus propias sombras, donde reconoce la importancia de buscar ayuda profesional y de tratar la depresión como una enfermedad que requiere atención. A través de su experiencia, Valenzuela se ha convertido en un símbolo de resiliencia y fortaleza para quienes atraviesan situaciones similares, mostrando que, aunque el camino sea difícil, siempre existe la posibilidad de renacer y reconstruirse.