Este martes, Marcelo Tinelli desató su furia con la producción, y la terminaron ligando todos los que estaban en el piso. Resulta que la coreografía de la modelo Anabel Sánchez incluía bailarines, pero estos nunca entraron a la pista, sino que bailaron a un costado.
Cuando Tinelli preguntó por qué no entraban a la pista, las jefas de coachs empezaron a pasarse la pelota con la producción. Ellas aseguraban que no era decisión de ellas, sino que se trataba de una cuestión presupuestaria y que la producción no las autorizaba.
Federico Hoppe, histórico productor y ahora socio de Tinelli en La Flia, reconoció que, efectivamente, se trataba de una cuestión presupuestaria y que al tratarse de bailarines que no habían ensayado con la pareja, no podían entrar a la pista.
Marcelo no daba crédito de lo que escuchaba y quería saber más. El conductor increpó a otro productor, hermano de Hoppe, y éste fue un poco más claro. Resulta que hay una tarifa que se le paga al sindicato de actores y, claro, es más barato el figurante que no abre la boca y se queda a un costado, que sería el caso de estos bailarines. Ya si entran a la pista y se los muestra de frente, es otro costo.
Ahí fue cuando Tinelli explotó contra el sindicato de actores, de extras y habló de toda la gente a la que ellos le dan trabajo. Indignado, el conductor del bailando hizo pasar a los bailarines para que hicieran lo que tenían que hacer. Sarcástico como siempre, empezó a juntar plata para poder pagar lo que les iba a salir la presentación de los jóvenes bailarines.
“Le damos laburo a 200 personas acá, lo que menos podrían hacer es quejarse por ocho flacos que están sin ensayo, ¿nos van a venir a cobrar por eso? Dejate de romper las bolas”. Al final, Marcelo Tinelli autorizó a las jefas de coachs a meter la gente que sea necesaria en cada presentación.
Tinelli tratando mal a medio mundo
Después de este incómodo momento, era el turno de la sentencia. Los bailarines se sentencian entre sí con voto cantado. Marcelo estaba de muy pocas pulgas porque no les daba pie para nada y sólo quería saber el voto.
Anita Martínez y el Bicho Gómez quisieron hacer la broma de sacar un papelito de la bolsa y Marcelo Tinelli les paró el carro en seco, los retó y les dijo que eso no se podía. Después, el Tirri tuvo la intención de hacer lo mismo, pero con un ta-te-ti entre tres participantes y tampoco lo dejó.
El programa terminó con un Tinelli enojado que no dejaba pasar una y que luego se convirtió en tendencia en las redes por el mal momento que pasó y el que les hizo pasar a los bailarines de esta edición.