¿Qué pasó ahí Damián Betular? Rodrigo, el participante de Masterchef se dio cuenta que el pastelero tenía una marca en el cuello y no se pudo quedar callado. Se lo dijo y Betular se puso rojo de vergüenza, mientras Germán Martitegui intentaba cambiar de tema para centrarse en el programa.
Resulta que Damián y Germán llegaron a la estación de Rodrigo en la noche que tenían que preparar risotto y arrancaron hablando de la mala onda del participante. Betular se fue para el lado astrológico e intentó explicar sus cambios de humor a partir de los signos. En medio de la charla, sin filtro, Rodrigo le preguntó si tenía un chupón en el cuello.
Betular, que no se queda callado nunca, puso como excusa el maquillaje, mientras se reía nervioso. “Me saca alergia el maquillaje” decía el pastelero mientras Germán miraba curioso el cuello de Damián y quiso saber por qué le miraba el cuello al pastelero. “Me llamó la atención su irritación, y acordate que yo soy de diagnosticar”, señaló el cocinero, que en su vida diaria es bioquímico.
Inmediatamente, Damián Betular intentó desviar el tema hacia la gastronomía y empezó a leer la receta que Rodrigo tenía en su ya famoso anotador. El jurado logró con éxito cerrar la charla sobre la marca de su cuello, pero la pregunta queda: ¿eso era un chupón?
Rodrigo hizo las paces con el jurado
Después de unos día para el olvido, en el que el participante insultó a todos los chefs del mundo, y por ende al jurado mismo, las aguas se calmaron y volvió la paz a la relación con Rodrigo.
El cocinero amateur presentó, según los jueces de Masterchef, el risotto más digno del certamen, y de esta manera logró conseguir una estrella, que a esta altura del programa es un montón. Esa estrella lo acerca al balcón y le aseguraría una semana más en el camino a la final del certamen.
Hasta el momento, el cordobés tendría que desempatar con Estefanía y Daniela por ese ansiado lugar en el balcón, pero queda un día más para conseguir otra estrella o sumar otro participante a la ronda de desempate del domingo.
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