La serie de Netflix más exitosa de todos los tiempos está de vuelta, y se podrá ver desde este jueves 26 de diciembre en la popular plataforma, para sumarle a los últimos días del año una sesión de maratón frente a la pantalla.
Es que ver la continuación de “El juego del clamar”, de más está decirlo, será uno de los planes favoritos en estos días, en que para la mayoría de las personas hay más tiempo de ocio. Es la jugada de Netflix para captar la atención de sus usuarios, en un mes en el que tiró toda la carne sobre el asado (empezando por la serie de “Cien años de solead”, cuya segunda y última parte está prevista para junio de 2025).
La serie surcoreana llega tres años después de la primera temporada, que significó cifras récords para Netflix y causó un furor no exento de polémicas (debido a su alto contenido de violencia).
Esta nueva entrega continúa la acción de la primera temporada en el punto preciso en que ésta termina. Recapitulemos: Seong Gi-hun (el actor Lee Jung-jae) sobreviva al cruel juego de supervivencia, y ahora solo piensa en vengarse.
“Es una persona muy cambiada. En cuanto a cómo percibe las circunstancias que lo rodean y se relaciona con el mundo, casi parecerá una persona diferente”, dijo Jung-jae sobre su personaje. “Está más motivado que nunca por sus objetivos y tiene una convicción extremadamente fuerte para poner fin al juego”.
Recordemos que en “El juego del calamar” participaban 456 personas y competían por llevarse una suma multimillonaria. Los desafíos, extremadamente violentos y difíciles pese a sus características infantiles, producían muertes masivas entre ellos, que se encontraban encerrados y aislados del exterior.
El juego, en realidad, se convertía en la única promesa de una vida mejor. Los participantes, de hecho, eran reclutados con ciertas cosas en común, como su vulnerabilidad: muchos de ellos estaban endeudados, o eran inmigrantes sin muchas perspectivas. Y aunque en algún momento votaban para retirarse del juego, las condiciones desfavorables en las que vivían los volvían a arrojar a este juego mortal.
Al final de la primera temporada [spoiler para los que no la hayan visto], Gi-hun descubre que el ideólogo del juego era Oh Il-nam (Oh Yeong-su), quien se había hecho pasar por participante y su amigo en la competencia, pero se encontraba en estado de salud terminal.
Es esperable que esta temporada se encadene luego con una tercera, ya confirmada por la plataforma y que podría ver la luz en 2025.
¿Diferencias entre esta segunda entrega y la primera? El director Hwang Dong-hyuk reveló que hay conexiones evidentes, pero también cosas que las diferencian, como la estructura narrativa. “La primera temporada seguía una narración más lineal sobre la historia de Gi-hun participando en El juego del calamar, su supervivencia y sus experiencias”, dijo a la revista People.
Y siguió: “En la segunda temporada, nos encontramos con un Gi-hun extremadamente motivado por sus objetivos, que aún mantiene la esperanza en la humanidad, y veremos su enfrentamiento directo con el Front Man, quien hará todo lo posible por quebrar las creencias y la confianza de Gi-hun”.
Aún así, algunos de los personajes de la primera temporada volverán a verse. “Hay personajes que aparecen en la primera temporada que vuelven a aparecer en la segunda, por lo que será realmente divertido identificarlos”, adelantó Hwang Dong-hyuk.
Uno de ellos es Park Jung-bae (Lee Seo-hwan), el amigo de largo tiempo de Gi-hun que se negó a prestarle más dinero para sus deudas de juego. Y también volverán a verse el prestamista (Kim Pub-lae) y el intermediario de desertores norcoreanos que Sae-byeok (Jung Ho-yeon) buscó para encontrar a su madre.