Una de las obras más emblemáticas del teatro local se presenta este domingo con un homenaje especial a su creador. Se trata de La Sanata, y de Ernesto Suárez, quien junto a su contraparte, Marcelo Lacerna estarán haciendo una función en el Teatro Plaza, mañana domingo 25 de agosto a las 20. Las entradas se pueden adquirir en la boletería del teatro.
Luego de 28 años en escena, La Sanata sigue con una temática tan vigente como aguda. “Nunca sabés si una obra va a durar o no. Con Daniel Quiroga hicimos mil funciones de Educando al nene. Ahora con Marcelo, son muchos años y cada vez que vamos a cualquier lugar, se llena. Pasa mucho el boca a boca”, asegura el “Flaco” Suárez en una entrevista con Los Andes en la que relató incontables recuerdos y anécdotas recopilados a lo larga de su profusa carrera como actor y director.
La obra está basada en los cuentos de Roberto Fontanarrosa, con personajes satirizados de sus observaciones cuando visitaba el bar El Cairo, en Rosario. “Yo hablé con él cuando quise escribir la obra. Fue interesante la conversación, porque le dije que había elegido los cuentos más machistas. Luego, amigos de él de Rosario que vieron la obra, comentaron que fue la mejor basada en sus historias”, recuerda.
“Incluso fuimos a un festival en Chile y pensamos que no nos iban a entender porque son muy argentinos los personajes”, interviene Marcelo Lacerna y continúa: “la gente nos aplaudió de pié. Al otro día, caminando por la playa, nos dicen ‘oye, son igual a los chilenos los gallos’ -imitando a la perfección la tonada trasandina- así que nos ha dado muchas satisfacciones esta obra”.
Manteniendo una estética popular, con un lenguaje claro y sencillo, esta obra se convirtió en un clásico de los espectáculos de humor de la cartelera mendocina, con un recorrido tanto nacional como internacional. “Lo que pasa es que con el teatro que hacemos la gente se siente muy identificada. No hacemos teatro elitista o raro. Creo que los dos actuamos orgánicamente”, sostiene Suárez. “Para mí fue una sorpresa porque yo nunca había trabajado en una obra que durara tanto y metiera tanta gente”, agrega Marcelo Lacerna.
La Sanata muestra una amplia gama de “personajes” que hacen gala de su verborragia y “sapiencia” ante los más variados temas y circunstancias, celebrando símbolos tan representativos de la argentinidad como la amistad, los cafés, el humor, la picardía, y como momentum de todo eso, el Negro Fontanarrosa.
La puesta de La Sanata se concatena en base a una sucesión de escenas cortas que tienen un tópico en común: el verso, el chanterío, el machismo, los prejuicios sociales, la discusión por la discusión, y algunas otras características ineludiblemente autorreferenciales.
“Cuando empecé a hacer teatro, mi madre me dijo una frase que me quedó grabada: ‘No te olvides de dónde venís, porque el que no sabe de dónde viene no sabe a dónde va’. Si vos te desclasás porque sos artista y te hace la estrella, cagaste”, culmina Ernesto Suárez.
En un momento de charla más profunda y consultado acerca de qué representa el teatro para Ernesto Suárez, respondió: “Es una de las artes más complejas, porque el pintor tiene el lienzo o la pared, con los pinceles y colores; el mùsico tiene el instrumento, pero el actor no tiene esos recursos, y tiene que llegar a la gente con lo que dice y cómo lo dice. Se tiene a sí mismo”.
Para cerrar, Marcelo Lacerna habló de lo que Suárez simboliza para el arco artístico y teatral de Mendoza: “El Flaco marca un legado grandísimo que tiene que ver con el compromiso social en cada uno en sus espectáculos, porque si bien hay él trabaja con el humor siempre tiene un contenido, en el contacto con el público, el trabajo en equipo, creo que también la honestidad, y en la forma de hacer teatro que marca a las nuevas generaciones”, cerró.