La princesa Leonor, primera heredera al trono de España, enfrenta críticas por los cambios en su estilo de vida desde su paso por el UWC Atlantic College de Gales y la Academia General Militar de Zaragoza. Estos hábitos han generado alarma en la Casa Real y entre sus allegados.
Durante su estancia en Gales, Leonor empezó a frecuentar restaurantes de comida rápida, desarrollando un gusto particular por hamburguesas y dulces. Este hábito continuó al regresar a España y se intensificó en la Academia General Militar. Esta inclinación hacia alimentos poco saludables ha causado tensiones con la reina Letizia Ortiz, conocida por promover una alimentación estrictamente saludable en la familia real.
Rumores recientes señalan que la princesa ha fumado ocasionalmente, algo que su madre considera inadmisible. Además, se afirma que Leonor empezó a consumir alcohol con mayor frecuencia, lo que ha generado episodios de comportamiento inapropiado según fuentes cercanas.
El ingreso de Leonor en la Escuela Naval de Marín buscaba fortalecer su disciplina y preparación física. Sin embargo, instructores y compañeros han señalado que la princesa no se encuentra en las condiciones óptimas para afrontar los entrenamientos físicos exigidos en la institución.
A pesar de haber participado en competiciones deportivas, su rendimiento dejó en evidencia una falta de preparación, sumando un nuevo dolor de cabeza para la reina Letizia y el rey Felipe, que también temen que su otra hija, la infanta Sofía, adopte las malas costumbres de la Princesa de Asturias.
Desde la base de Marín, se han implementado medidas para mejorar la condición física de la princesa Leonor. Estas acciones buscan no solo adaptarla al riguroso programa militar, sino también corregir los hábitos poco saludables que han inquietado a la familia real y a sus superiores.